lunes, 14 de noviembre de 2011

Evangelio de los vampiros. Génesis. Cap. VIII

"Asi fue la Ruptura entre Aradia y la Tierra"
Aradia y la Tierra eran una sola; Aradia fue el nombre dado por las Criaturas de las Tinieblas; Tierra, por el Creador.
Mas con el nacimiento (de Dissaor) se dividió en dos dimensiones: Tierra, donde habitan los estúpidos, la creación de la luz, los ciclos del día y la noche, amor, odio, verdad y mentira; No-Muertos y Criaturas de la Noche. Y así mismo los ángeles, Demonios y Centinelas; en sus diversas dimensiones.
Más la ruptura fue hecha por el Creador para desterrar al heredero de las tinieblas.
Para librar al mundo de "la influencia del maligno", esto es, de los seiscientos sesenta y seis nombres.
Por esto fue creada así misma la locura. Esta línea conforme el libro de la locura, para que sus mil líneas contenidas sean solo expandidas por el sabio y el loco.
Guarden silencio las Criaturas de la Noche, pues Dissaor habla.
Dissaor fue desterrado, más Aradia forma parte del lado oscuro del tiempo.
Y Dissaor estableció puertas para que Aradia y la tierra se comuniquen.
Y estas puertas fueron incluidas en estos libros, para que las Criaturas de la Noche conozcan a la raza de los Vampiros, y sean ellos, también Vampiros.
He aquí, una de estas llaves debe ser buscada con melancolía; otra, con odio; una más, con la ausencia de sentimientos; y una más, con sangre. Mas estos misterios deberán ser resueltos por cada Criatura.
Pues no basta conocer los misterios y hallar las puertas, hace falta ser un Ocuro para penetrarlas.
De lo contrario serían traspasadas por las criaturas de la luz y los Centinelas.
Guarden silencio Criaturas de la Noche, pues este capitulo es poder.
Al unir los misterios con la forma en la que han de ser buscados, las puertas de Aradia se abrirán.
O las puertas de otras regiones del lado oscuro del tiempo.
O las puertas de los vértices.
Y al traspasar esas puertas, se cierran las puertas de las tinieblas.
Más el que habrá las primeras puertas puede abrir las puertas verdaderas que conducen a las Criaturas de las Tinieblas.
Y hablar con Marduk, Yog-Sothot, Yima, Enlil, Moloch, Baal, y con los seiscientos sesenta y seis nombres de la primera generación, o con las generaciones que los suceden. Y el número de generaciones hasta hoy es de mil seiscientos sesenta y seis.
Pues hay Criaturas de la Noche que estudian los números, y este es el estudio supremo.
He aquí, los números son uno de los lenguajes con que las Criaturas de las Tinieblas conversan entres sí, para no usar los idiomas, dialectos y lenguas que les impuso el Creador.
Y el Creador no es destruido por que el Caos aún debe ser prolongado un tiempo más en la Tierra y en el universo.
Para que lo que se alejó de la oscuridad regrese a ella; para que las estrellas y el amor se extingan para siempre.
Y todo vuelva a ser como en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos oscuros.
El que los busca con sinceridad no será destruido; más el imprudente será condenado a la suz por siempre.
El crepúsculo es el amanecer del Vampiro; el cantar del gallo, su anochecer.
Dissaor nació en el Crepúsculo de la estación nombrada invierno.
Y con él, los seres crepusculares que son enlaces entre este mundo, el siguiente y el que procede.
Contemplaron las horas el desplazarse atrás y adelante, del final al inicio; los seres crepusculares.
Que acompañan a las Criaturas de la Noche en su búsqueda; yacen, mueren y viven al mismo tiempo.
Y al pensar en los seres crepusculares, los Vampiros sonríen con melancolía.
Escuchad, Criaturas de la Noche, a los seres crepusculares, en la hora en que el cielo se tiñe de sangre; escucha en el viento de la nada, lo que la nada quiere decirte; siente en tus poros el frío de la ventisca que quiere penetrarte; y la tierra que bajo tus pies aguarda; la misma tierra que rechazó a Caín te rechaza a ti; mas tú obtén tus frutos de la sangre, cuando comprendas la palabra que te es revelada.
Pues entonces conocerás a Dissaor o a sus descendientes, y serás, tu también, Vampiro.
Mas si Dissaor te hablara, haz a un lado tu afán; haz a un lado tus pensamientos y tu vida; niega todo sentimiento, pues el sentimiento impide la comunión con Dissaor.
He aquí, Criatura de la Noche, los ancestrales te ofrecen su mano, pues su orden es grande.
Aradia es el reino de Dissaor.
Sólo a quienes Dissaor elige traspasan el umbral del lado oscuro del tiempo para entrar en Aradia.
Pues en el inicio hubo quienes entraron sin su consentimiento, y su memoria fue borrada.
Pero tú, Criatura de la Noche, te es licito saber que hay un libro que las Criaturas de las Tinieblas guardan con celo en Aradia.
El libro de la oscuridad.
Te es licito saber que en el libro de la oscuridad están inscritos los nombres de las Criaturas de la Noche junto con sus obras.
Para que su memoria no sea puesta en el olvido.
He aquí, el Creador a dicho a su creación humana que ignore a las Criaturas de la Noche y a sus obras; sean acosadas y perseguidas, destruidas con fuego, temor o indiferencia.
Sean exaltadas las mediocres obras de los estúpidos, y negadas las obras de las Criaturas de la Noche.
Viendo esto, el corazón oscuro de las Criaturas de las Tinieblas se contrajo; no por dolor, si no por orden.
Por lo que dijeron a Dissaor: "Escribe, con los seres crepusculares, los nombres y las obras de las Criaturas de la Noche que habitaron en la tierra; los que viven, los que han de vivir, y los que fueron y son Vampiros, pues ellos también son hijos nuestros".
Y si el mundo de la luz los aparta, nosotros los acercamos.
Llora tu melancolía, Criatura de la Noche, por que las Criaturas de las Tinieblas observan tu paso por la tierra; No por amor, si no por orden.
Mas las páginas del libro, y su ubicación en Aradia, no te es licito saber.
Aquello que no te es revelado aún. Debe seguir en el regazo del conocimiento oscuro.

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