domingo, 6 de noviembre de 2011

Evangelio de los vampiros. Génesis. Cap. VII

"Contempló Dissaor la gloría de las tinieblas y la miseria de la luz".
Y dando la espalda a la luz, abrazó a las tinieblas.
No como ser viviente, ni como Criatura de las Tinieblas.
"He aquí", se escuchó en la oscuridad, "un hijo nos es no-nacido".
Y será el primero de la raza de los Vampiros.
Mas no vivé, pues una parte de él no es humana; es un no-muerto, como los primeros seres.
El Vampiro será no-muerto, pero sabido es por nosotros que no todos los no-muertos son Vampiros.
Callad ante el clamor de los no-muertos.
Que fueron adorados por las primeras criaturas humanas que les consagraron monolitos, que los adoraron en sus cavernas y que hablaron en el fuego oscuro.
Conoced que los no-muertos habitan en las regiones más profundas de la nada.
Los Demonios tiemblan ante ellos, y el Creador y sus ángeles callan.
Por eso fueron creados los Centinelas que desde el inicio del tiempo vigilan a los no-muertos.
Y que en los tiempos por venir serán enviados por el Creador para vigilar a los no-muertos y a las Criaturas de la Noche.
Mas las Criaturas de las Tinieblas tienen poder sobre los Centinelas; y este poder se ejerce durante los sueños.
Sueñen, Criaturas de la Noche, donde los Centinelas no podrán dañarlos.
Pero en el estado intermedio pueden ser destruidos por los Centinelas.
Cuando ellos, seres de la luz, pero habitando en la oscuridad, inmovilizan a sus víctimas e intentan raptarlos fuera de sus cuerpos.
A la región donde no nada existe, sino lo que aún existe.
Y los Centinelas fueron creados para que no exista ninguna otra verdad más que la de el Creador, para que la humanidad tema a las tinieblas y busque la luz.
He aquí la tercera traición del Creador.
El temor a la oscuridad.
Pues lo oscuro, dijo el Creador, será maldito, en tanto que roba mi poder originado en la luz; por que yo he dicho: "hágase la luz", y las tinieblas me amenazan; por esto he creado seres de la oscuridad para atacar a los que moran en las sombras; y de éstos los más vulnerables son los Vampiros y las Criaturas de la Noche.
Y los Centinelas han enseñado desde su origen la forma de destruir a los Vampiros y a las Criaturas de la Noche; y con ellos sus obras.
Pues en la tierra del Creador no debe haber más arte que el estéril engendrado en la luz; este es el arte que envilece y corrompe a los estúpidos, pues los esclaviza a su destino inerte.
Mas el arte de la oscuridad podría liberar a los estúpidos, si se apartan de tal esclavitud; pero el arte de la oscuridad no fue hecho para esta razón.
Sino para libertad, en el principio oscuro; y puesto que la luz corrompió el universo, para restablecer el estado original.
Cuando era la oscuridad, las Criaturas de las Tinieblas viajaban fugazmente por los siete vértices del universo, y los miles de ilimitados vértices en expansión constante.
Cuando se restablezca el estado original, las Criaturas de las Tinieblas viajarán junto con los Vampiros, que son no-muertos, con los no-muertos y con las Criaturas de la Noche.
Pues así lo prometió Ubbo Sathla y los trece mil nombres; no por amor, si no por orden.
Para evitarlo, fueron creados los Centinelas.
Y ellos habitan en todos los rincones de la tierra, agua, aire, tierra y fuego oscuro, en el agua del glacial desierto del sur, en las islas sumergidas, vigilando el sueño bajo las aguas, en el espacio exterior, más allá de las estrellas y en el centro del mundo.
Dando además autoridad a algunos humanos estúpidos para constituirse en Centinelas.
Que vigilan las obras y las vidas de las Criaturas de la Noche, para que no difundan la verdad entre ellos, y no estén preparados para los últimos tiempos.
En la que una era de oscuridad llegara a Aradia, y con ella, a la Tierra, aplastando a la luz "por varias eternidades".
Todo esto fue conocido por Dissaor, quién se dirigíó a las Criaturas de las Tinieblas.
Y decidieron seguir manteniendo un tiempo más los secretos de los no-muertos.
Que fueron adorados al principio, y que despertarán en poder al final de los tiempos.
Pero en formas que los Centinelas desconocen.
Este es el octavo misterio, y el primero de Dissaor para las Criaturas de la Noche: La puerta que se abre en el rostro de los Centinelas, espíritus y humanos, para que sean ensordecidos y cegados cuando los de la oscuridad conversen y tengan comercio entre si.
Quien tenga entendimiento, obtendrá la clave de este conocimiento y úselo si es necesario; a menos que su tiempo se haya acercado.
El Creador maldijo a Dissaor al verlo dar la espalda a la luz y abrazar las tinieblas.
Mas las Criaturas de las Tinieblas le explicaron todas las cosas, Y las sombras le servían.
Las puertas de la oscuridad fueron cerradas a los Centinelas, y las fuerzas de la luz no prevalecieron contra ellas.

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