sábado, 28 de julio de 2012

Vikingas guerreras

En la antigüedad según rezan las antiguas sagas nordicas, las mujeres que no tenían aún la responsabilidad de criar una familia o algunas de ellas que habían abrazado la devoción guerrera de ciertos grupos seguidores de Freya como señora de la batalla y las valkirias, podían tomar la disciplina del combate y aprender el uso de las armas y vivir como guerreras.
Una skjaldmö o doncella escudera era según narran las sagas una doncella virgen que había elegido pelear como un guerrero en la mitología nórdica, se dice que muchas de ellas renunciaban a tener hijos para abrazar la vida de un soldado. Son mencionadas con frecuencia en sagas tales como la Saga Hervarar y en la Gesta Danorum.
Ejemplos de nombres de doncellas escuderas mencionadas en las sagas nórdicas incluyen a mujeres como Brynhild en la Saga Volsung, la princesa sueca Thornbjörg en la Saga Hrólfs. Gautrekssonar y Hed, Visna y Veborg en la Gesta Danorum. Una de las más famosas fue sin duda alguna Hervor, que como una legendaria guerrera toma parte en el ciclo de la espada mágica Tyrfing.
El cronista danés Saxo Grammaticus relata que cuando el rey sueco Sigurd Ring y el rey danés Harald Wartooth se encontraron en la batalla de Bråvalla, 300 doncellas escudadas devotas de Freya lucharon en el bando danés al mando de Visna. Saxo cuenta que las doncellas lucharon con escudos pequeños ( tarjas) y espadas largas.
De los casos de doncellas guerreras que se citan en sus obras o en las sagas vikingas, pueden destacarse:
Alwinda o Awildr, fue una legendaria pirata que, tras negarse a aceptar el matrimonio de conveniencia concertado por su padre, se hizo a la mar con un grupo de mujeres, haciéndose piratas y aterrorizando las costas del mar Báltico. Eso sí, al final parece ser que el príncipe desdeñado consiguió encontrarla y acabar con sus fechorías, al menos eso es lo que nos cuenta la leyenda.
Alvilda (o Awilda) era hija de Synardus (o Siward), rey de la isla de Gotlandia. Cuenta la leyenda que sus padres la encerraron en su habitación siendo aun una niña y pusieron a dos serpientes (según otros mitos dos lobos) guardando su puerta para mantener alejados a todos sus pretendientes a excepción del que se mostrara más ardiente, valeroso y persistente, tanto como para ser capaz de enfrentarse a estos peligros para ganarse la mano de la doncella, esto es recurrente en muchas sagas nórdicas como la de Ragnar Lodbrok que rescató a la bella Thora de una torre guardada por una serpiente, o la leyenda de Sigurd y Fafnir. Pero , también como rezan este tipo de historias, a aquel que no triunfara en su intento, el rey le cortaría la cabeza y la empalaría en una estaca, eso si la bestia guardiana no se lo comía.
El vencedor de tal proeza resultó ser el príncipe Alf de Dinamarca, hijo del rey Sigar. Alvilda no estaba precisamente entusiasmada con la idea del matrimonio con un hombre que tenia fama de rudo y al que no había visto en su vida, de modo que eligió huir disfrazada de hombre. Según una versión su madre la ayudó a escapar y le proporcionó una nave, un pequeño barco que usaba para pasear por el fiordo con su esposo. Según otra, se unió a un grupo con el que formó una tripulación de mujeres que tampoco eran demasiado felices en sus vidas, y juntas robaron un barco y comenzaron a sembrar el terror en la costa del Báltico como sourouvere, es decir, un tipo de pirata especializado en asaltar los navíos mercantes ya fueran en sus viajes de ida o regreso cargados de plata de sus ventas. Poco después según reza el mito se encontraron con unos piratas que habían perdido a su capitán así que ella reta a los aspirantes al puesto. Los hombres estaban tan impresionados por las habilidades de Alvilda,.que derrota a todos los guerreros que se le enfrentan que unánimemente la eligieron como su nuevo líder.
Esta mujer que tenia fama de ser imbatible en combate , cuya identidad permanecía en secreto, se convirtió en una auténtica pesadilla para los mercaderes. Tantos problemas causaba su tripulación que el príncipe Alf tuvo que partir en busca de los piratas para capturarlos, presionado por todos los mercaderes que comerciaban con su padre y a los que debían su fortuna. Se cuenta que antes de que el príncipe saliese en su busca, un mercader bastante adinerado, cansado de perder barcos y capital por los asaltos de la pirata, envió a sus tres hijos a su captura, capitaneando sendas naves, se dice que ella se encargo de hacer correr rumores que la situaban en lugares diferentes de la costa, de esta forma, los tres hermanos se separaron y ella dio caza a los dos mayores a los que derrotó y decapitó, después, partió en busca del mas joven, al que entregó las cabezas de sus hermanos como mensaje a su padre. De continuar con la cacería, perdería a toda su descendencia, además de su cabeza.
Alvilda y su tripulación lucharon con todas sus armas y presentaron feroz resistencia contra los guerreros del príncipe, pero finalmente fueron derrotados en el golfo de Finlandia por la flotilla de Alf y sus hombres que abordaron el barco, donde comenzó el combate cuerpo a cuerpo. Al final, todos los piratas iban cayendo en combate, hasta que, tras haber perdido a buena parte de la tripulación y verse claramente superada en numero, Alvilda se rindió y fue hecha prisionera.
Alf estaba furioso, deseaba vengarse del pirata que durante tanto tiempo lo había tenido en jaque y había causado no poca ruina en la casa de su padre, sin saber aún que en realidad se trataba de una mujer. Pidió que la condujeran ante él y Alvilda compareció con su armadura y casco de combate puestos. El príncipe se aproximó espada en mano y la despojó del casco que ocultaba su rostro. Sólo entonces la reconoció y supo quién era la bella mujer pirata.
El final de la leyenda responde tanto al tópico de las sagas como al ideal romántico: Alf, al verla, volvió a proponerle matrimonio, y ella, por su parte, quedó tan impresionada por el modo en que el príncipe había luchado en la batalla y la había derrotado que se casó con él. Juntos se fueron a Dinamarca, y tuvieron poco después una hija a la que llamaron Gurith.
Años más tarde, en una guerra sostenida contra la revuelta de un clan vikingo danés, Alf, sus hermanos y su padre el rey Sigar perdieron la vida. Gurith, la hija, fue la única superviviente de la familia y continuo las hazañas de su madre.
Después de reinar durante un tiempo, Gurith se casó con Halfdan y tuvieron un hijo llamado Harald, que se convertiría con el tiempo en el nuevo rey de Dinamarca.
La mayor parte de la historia nos es conocida hoy a través de poemas vikingos que se transmitían oralmente. Hay variantes en las versiones sobre cómo fue rechazado el pretendiente o sobre la forma en que fue derrotada la valerosa pirata, aunque no parecen muy sustanciales. Sin embargo, existen dudas con respecto a si Alvilda existió realmente o fue solo un mito mas creado a expensas de la mitología nórdica. La fecha de su reinado no puede ser verificada, aunque la mayoría de los que se decantan sobre su existencia real parecen sostener que se remonta al siglo V. Otros opinan que la historia se basa en una mujer pirata semi-legendaria que vivió algunos siglos después a la que conocerían como "la loba de los mares". Sea como fuere, el relato original aparece recogido en Gesta Danorum, obra del siglo XII.
En el poema “El Canto de Harbbard”, compuesto por una conversación entre el dios Thor y un barquero que da nombre al mismo, aparece un texto que habla de un relato del dios del Trueno de sus ultimas batallas en el que Thor dice :
“Mujeres guerreras combatí en Hlesey. ¡Habían hecho lo peor! ¡mataron a todo un pueblo!”. Harbbard, el barquero le contesta: “Fue una cobardía Thor, luchar contra mujeres”. A lo que Thor replica: Esas mas que mujeres, ¡eran lobas!.... una buena metáfora sin duda pero esta no será ni mucho menos la única mención a mujeres guerreras en los mitos nórdicos aparte de la mítica Alwilda!.A lo largo de la historia, y las recopilaciones de las diferentes sagas, se puede ver una larga lista de mujeres que merecieron ser conocidas por sus hazañas guerreras:
Alfhild, Hija de Siward, rey de Gothland en el sur de la actual Suecia. Vistió como un varón cargando escudo y hacha y participó en numerosos raids vikingos acompañada de su escudera Groa de la que se decía que era "una furiosa osa en la batalla". Según la Gesta Danorum de Saxo Gramaticus: "Ellas ofrecían guerra no besos y se dedicaban a los asuntos de la guerra, no del amor. Dedicaron sus manos a las lanzas, no a las lanzaderas (del telar). Asaltaban a sus enemigos a punta de lanza, con pensamientos de muerte y no de coqueteo.".Decían que los hombres llegaron a temerlas tanto, que su sola presencia en una batalla bastaba para hacer temblar a mas de un ejercito.
Cecilia Vilhjalmsdottir, según relata la Saga de Mirmans, descubrió que su esposo la engañaba en sus pretendidos viajes de negocios con otra mujer noble y furiosa se disfrazo de hombre, tomó el mando de una partida de caballeros a los que pagó de su propia dote , prometiéndoles todo el botín del escarmiento que se proponía hacer y haciéndose llamar Hirungr, venció a su esposo primero en varias partidas de ajedrez o hneftalf donde planteó la batalla y lo derrotó después en un combate singular, tras el cual se quito el yelmo y descubrió su identidad. Se dice que mas tarde dejo libre a la amante de su esposo, pero despojada de toda riqueza y dignidad de noble señora.
Freydis Eiriksdóttir quizás sea unas de las guerreras vikingas más conocidas. A pesar de que la visión que se da de ella es en muchos aspectos diferente, en ambas se destaca la tenacidad, el carácter y el liderazgo de esta guerrera.
En la Saga de Erik el Rojo, en la cual se presenta como hija ilegítima de Erik, Freydis, se une a una expedición hacia Vinlandia dirigida por Thorfinn Karlsefni. En ella, con el objetivo de crear un asentamiento vikingo en l'Anse aux Meadows, llegaron a sus costas 3 barcos vikingos con unos 130 pobladores. Su papel principal en la historia es su intervención en las batallas contra los nativos americanos (Skraelingar). Primeramente, destacó en la batalla que supuso la creación del asentamiento. Más tarde, ante la ofensiva nativa, lideró las defensas nórdicas.
En la Saga de los Groenlandeses se habla de la Freydis más ambiciosa y despiadada. Después de las expediciones a Vinlandia dirigidas por Leif Eriksson, Thorvald Eriksson y Thorfinn Karlsefni, decidió volver a embarcarse hacia Vinlandia para obtener riquezas y prestigio. En esta ocasión hizo un trato con dos hermanos mercaderes llamados Helgi y Finnbogi. Compartirían los beneficios del viaje a la recién descubierta Vinlandia. Los dos grupos aportarían 30 hombres para cada tripulación, pero Freydis aumentó el número de su grupo en secreto.
Una vez en Vinland, hubo tensión entre ambos grupos. Helgi y Finnbogi decidieron fundar un asentamiento aparte con su grupo. Un día Freydis visitó a los hermanos en su cabaña para preguntar como iba todo y respondieron que bien pero que no les gustaba el resentimiento que había surgido entre ambas partes. Entonces hicieron las paces. Cuando Freydis partió de regreso con su grupo, se golpeó a si misma para aparentar que había sido maltratada. Cuando apareció en su asentamiento, su marido le preguntó quien la había tratado de esa manera y Freydis acusó a los hermanos, llamó cobarde a su marido por no tener agallas para vengarla en su nombre y que si no actuaba pronto se divorciaría de él.
Entonces reunieron un grupo, fueron al otro campamento y mataron a todos los hombres que allí había pero no quisieron matar a las mujeres. Frente a esto, Freydis agarró un hacha y personalmente acabó la matanza masacrándolas a todas. A su regreso a Groenlandia, explicó a su hermano Leif, que Helgi y Finnbogi habían decidido quedarse a vivir en Vinland.
Gunvara, según las crónicas debidas a Saxo Gramaticus, era la skaldmeyjar o escudera de Eirik, además de su amante.
Cuando este fue atacado por sorpresa en su lecho por un asesino mandado por un rival que le disputaba el mando, logro tomar un escudo justo a tiempo de parar una lanza dirigida contra su cuerpo desnudo (otras versiones indican que el escudo se descolgó del muro por su cuenta por obra de un encantamiento consistente en invocar el nombre de su madre, Kraka.). Entonces Gunvara se levanto de la cama y acometió vigorosamente al asesino con una lanza. Una vez empalado el asesino, se plantó desnuda fuera del recinto lanza en mano y en ella empaló la cabeza del agresor, según cuentan las sagas.
Heid, (o Heior), según nos cuenta Saxo debió ser una valerosa guerrera, ella y Wisna eran las porta estandartes del rey en la batalla de Bravalla. Heid dirigía a cien hombres selectos y una compañía de berserkers a la batalla. Debió ser una Stallare (la mano derecha del rey) en la batalla, o al menos una notable generala.
Hervor, es un personaje heroico de la saga "Hlooskivoa". Princesa gótica proto-vikinga que junto con su hermano tomó las armas para defender las fronteras orientales de su reino contra los invasores hunos y caerá en combate combatiéndolos. Se la considera una de las mujeres guerreras mas antiguas y mitificadas que se recuerdan en las sagas, y su relato uno de los mas antiguos también. Se dio por sentado hasta hace no mucho que el relato no era mas que una leyenda, pero arqueólogos alemanes descubrieron tumbas de este periodo en las que se han encontrado enterrados juntos hombres y mujeres con atuendos de batalla y todos los pertrechos propios del guerrero, respaldando así la posible historicidad de la heroína. Hervor es por tanto posiblemente la guerrera mas antigua que citan la sagas, de la que se narra tomó las armas para defender la frontera de su reino. Su leyenda cuenta también entre otras cosas que utilizó las artes necrománticas para conseguir la espada de su padre muerto.
Hetha, Capitana vikinga de la localidad de Sle, que participó en la batalla de Bravalla. La acompañaban cien hombres como escuadrón y una guardia de campeones seleccionados. Llego a ser reina de Zealand. Otras mujeres pelearon con ella en la batalla de Bravalla, como Webiorg, Wisna, y Heid, pero Hetha fue la única que sobrevivió.
Hild, fue la hermana mayor de Asmund, rey de Vik, al que derribó en singular batalla para usurpar el trono, pero mas tarde fue derrotada por Harold, que restauró a su hermano.
Irpa, según la saga Flateyarbók, era la hermana menor de Thorgerd, mas amante de entrenar desde niña con el hacha y el escudo que de las labores propias de su sexo, se dice de ella que llegó a ser una formidable guerrera, tan buena o incluso mejor que su hermano y este la acompañaba en primera línea del combate.
Jutta, fue una valerosa aventurera vikinga que viajó a Italia con su hermano , entrando a formar parte del ejercito del rey como tropas mercenarias. Debió ser valerosa y bastante hermosa, ya que se casó con Robert, hijo del rey Tancredo, tomando parte en sus guerras.
Lathgertha o Hladgerg, según narra la saga Hálfdanar, fue una reina alidada de Hálfdanar, que le envíó veinte barcos con sus tripulaciones como prueba de su alianza. Según las crónicas de Saxo, en su juventud ella y otras damas nobles fueron capturadas como rehenes por un caudillo noruego y enviadas a un burdel al retrasarse bastante el pago que pretendía cobrar por ellas (otras versiones dicen que se las dio por muertas). Cuando el caudillo Regnar de Suecia (su hermano según las crónicas) se enteró, partió al frente de su ejercito para vengar la afrenta, pero al llegar a la frontera se encontró con las prisioneras y un considerable grupo de campesinos. Cuenta la crónica que tras reunir algunas armas se habían amotinado liberándose a si mismas y a considerable parte de los karl al servicio de los noruegos. Lathgertha al parecer se había erigido en líder y había acaudillado la rebelión, y tras reunirse con su hermano, las secuestradas exigieron ir a la batalla para lograr venganza espada en mano, para vengar todos los agravios y afrentas que habían sufrido. En la lid Lathgertha destacó por encima de todas las demás, con sus cabellos ondeando por el borde del yelmo mientras peleaba en primera línea, asombrando a todos hasta el punto de que Regnar declaró que le debían la victoria tanto por su valor en batalla como por las constantes arengas a los soldados, recordándoles el honor debido a esposas, madres y hermanas. Posteriormente, alcanzo notoriedad por tener como animales un perro lobo y un oso, para protegerse mientras dormía.
Rusla, fue otra legendaria guerrera vikinga, llamada "Ingean Ruagh", (La Doncella Roja) en las fuentes irlandesas que narran los sucesos de la guerra de los Gaedhil con los Gaill. Según Saxo, tomó el poder en Telemark, en la actual Noruega, tras derribar a su hermano Thrond y sus partidarios. Su escudera era otra mujer, Stickla. Dirigió su propia flota como saekonugr en raids contra las costas del archipiélago británico y peleó contra los islandeses en las escaramuzas para dominar Dinamarca pero finalmente fue vencida en la batalla de Clonfart en el año 1014, perdiendo allí a sus dos hijos y escapando a duras penas con muchas bajas y apenas con un puñado de barcos. Pese a este desastre, volvió a derrotar a su desterrado hermano y asumió el mando brevemente, antes de que según cuentan las crónicas fuese vencida y muerta por Harold, que ya había vencido a otra reina guerrera con anterioridad , Hild.
Sela, según Saxo fue la hermana de Koller y enemiga de Orvendil, tambien a esta joven se la describe como una destacada guerrera.
Stikla, fue otra mujer hábil en las lídes del combate que peleó como escudera de Rusla y dio nombre a la localidad de Sticklastad, en Troudheimsfjord.
Torgeror era tambien una joven valiente y con el orgullo propio de las grandes damas del norte, hija de Egill, decide acompañar a su padre en la muerte debido al fallecimiento de su hijo predilecto, arderá en la pira con el, profetizando que pronto estarían en el Folkwangr con Freya.
Tornbjorg, fue una poderosa reina Sueca según la saga de Hrolfs Gautrekssonar, Tornbjorg o Torborg aparece en las sagas como la hija del rey Eiríkr de Upsala, en la actual Suecia. Fue criada como princesa, de la que se dice que poseía gran belleza y que había recibido una educación completa digna de su rango que incluía no solo las actividades típicas de una mujer sino también el uso de las armas, con las que demostró destreza y gran habilidad. Su padre intentó sin éxito que se concentrara en las actividades típicamente femeninas y que aprendiese el arte de los skaldos, pero ella consiguió de el una parte del reino y el derecho a tratar directamente con sus pretendientes antes de concertar tratos de unión. Gobernó su parte del reino titulándose rey (no reina) y ordenó a sus súbditos que la hablaran y la tributaran como si fuera un hombre, teniendo prohibido que la llamaran señora, mujer o doncella. Hirió en combate o mato a diversos pretendientes, pues estos debían pasar la prueba de enfrentarse a ella con las armas para ser considerados dignos del honor de pretenderla. Hasta que recibió propuestas matrimoniales del rey Hrólf de Gotland, en el extremo sur de la Suecia actual. Eiríkr le había prometido las provincias que gobernaba su hija y el resto de su propio reino a su muerte, si lograba casarse con ella pues tenia fama de mujer valerosa e instruida además de bella. Hrólf le siguió el juego en su presentación, llamándola herra (señor) y le presento su oferta de forma indirecta, pero ella se hizo la despistada fingiendo que creía que la invitaba a almorzar. Cuando Hrólf insistió de un modo mas explícito (recordándole que era una mujer y que se suponía que debía aceptar tal propuesta), ella se encolerizo y lo expulsó de sus tierras haciendo escoltar por guardia armada hasta los confines de su reino. Rechazado de esta forma tan poco respetuosa, regresó con sus huestes pretendiendo tomar lo que ella le había negado por la fuerza. Presentó batalla con su ejercito, pero no logró asaltar el castillo, perdiendo muchos hombres durante las dos semanas de asedio hasta que lograron entrar en la fortaleza mediante un túnel. Tornbjorg encabezó la defensa, matando e hiriendo a muchos asaltantes hasta que el propio Hrólf, la sometió en combate. Entonces ella acepto inmediatamente casarse con el tal y como había prometido y abandonó el uso de las armas hasta que años después, al ser hecho prisionero su marido en Irlanda, se puso nuevamente al mando de las tropas como jarl junto a su hijo de doce años, levantando en poco tiempo un ejercito, reclutó aliados y presentando batalla en Irlanda rescató a Hrólf, dejando tras de si, desolación y una temible reputación en la batalla.
La saga Fareyinga recoge el caso de Turior, doncella que vivía en Skufey, en las islas Feroe. Cuando la casa de su familia fue atacada por un clan rival luchó con tanta energía contra los atacantes y causó entre ellos tantas heridas y bajas que recibió el elogio de ser considerada como un guerrero mas, entre los hombres de su clan.
Vebjorg o Webiorg, según cuenta la saga Sogubrot y la Gesta Danorum de Saxo Gramaticus, fue una poderosa guerrera que, junto con Wisna, y Heid, dirigió ejércitos y peleó en la gran batalla de Bravollr o Bravalla en el siglo X, muriendo las tres guerreras al final pese a su valentía y arrojo legendario. Llevaban según dicen las sagas los pechos al descubierto y decorados con runas mágicas, para que sus adversarios suecos vieran que los mataba una mujer . Se cree que debieron pertenecer a alguna clase de culto guerrero a Freya o quizá a Tyr. Sus ejércitos incluían a daneses, ingleses y gentes de otras regiones vasallas, las tropas eran mixtas, tanto hombres como mujeres. Webiorg se hizo celebre por haber matado en combate mano a mano a un campeón llamado Soti, estaba causando estragos entre las filas enemigas cuando fue alcanzada por una flecha de Thorkil de Telemark. Pese a su herida siguió combatiendo hasta que Thorkil la remato con nuevas flechas.
Wisna o Visma, luchó en la misma batalla de Bravalla al mando de un contingente de wendos, armados con espadas largas y rodelas. La batalla de Bravalla involucró a 200.000 combatientes, 5.000 navíos y reyes de 12 naciones según las crónicas. Aun dando por seguro que estas cifras sea tremendamente infladas y exageradas, parece claro que fue probablemente el enfrentamiento bélico mas grande de la época. Wisna portaba el fani, el estandarte real pero Starkad, líder de los contingentes eslavos le cortó la mano derecha para obligarla a soltarlo. Pese a su herida, ella siguió luchando portando el arma en su mano zurda , peleando hasta el fin y murió combatiendo.
William de Jumiege, en su Gesta Normannorum Ducum, menciona mujeres combatientes entre los vikingos que asolaron Francia. Habla de doncellas que se arrojaban a la batalla con brutal fiereza, aullando como bestias sedientas de sangre. Destaca que no pedían merced si eran derrotadas, prefiriendo la muerte a ser hechas cautivas.
En en año 1212, fue atacada la granja de un tal Kálfr y participaron en la defensa tanto hombres como mujeres, según relata la saga Sturlunga.
Las cronicas hablan de una tal Sigtrudr, al parecer, combatió entre las tropas Danesas en Nortthumbria, se dice que era tan fuerte que podía manejar dos hachas de mango largo a la vez (este arma es generalmente usada a dos manos). Se dice que la derrotó en combate a Haalstan, que quedó tan impresionado por el poderío de esta mujer en batalla que ordenó tributarla un entierro guerrero con todos los honores debidos a un gran caudillo.
Kara fue una mujer que habito en Islandia a principios de la colonizacion nordica, al parecer, su hacienda fue asaltada y totalmente arrasada por un rival de su esposo, que se postulaba como Houvding (el bondi de mas preponderancia en la zona y por tanto candidato a ser Konungr si la asamblea daba su beneplacito). El asalto y quema de su hacienda la pillo a ella fuera, asi que a su regreso, se encontro a todos sus parientes muertos, entre ellos su hermana menor que celebraria esponsales en breve. Desenterro riquezas que tenian ocultas (para evitar precisamente robos y asaltos) y con ellas y un caballo, recorrio toda Islandia reclutando a cuantos estubiesen dispuestos a matar por un precio. Regreso para vengarse de los asesinos de su clan, atacando en plena noche y causando una masacre que no respeto vida alguna de varon, a las mujeres y niños les dejo con vida, pero con una advertencia a las madres, que mostrasen a sus hijos que la matanza de sus padres habia sido injusta, y que ella tan solo reclamaba el derecho de vengar a los suyos, como ellos estaban en su derecho de buscarla a ella para vengarse...y que dormiria cuchillo en mano cada noche esperando ese momento.
Al parecer, la historia de Kara fue narrada en varios poemas épicos y también en relatos posteriores, que ya incluyen retales mas fantasiosos, como el de que enterrase junto a los restos de su hermana, el corazón arrancado a su asesino.
Otros relatos nórdicos que destacan la presencia de mujeres guerreras, hablan de mujeres llamadas Idises, las cuales oficiaban en los santuarios forestales y en arboledas sagradas. Acompañando siempre a los ejércitos como gutuater (las que convocan a los dioses), conducían vehementemente a los guerreros a la victoria con sus arengas y cuando la batalla había concluido a menudo se las entregaba a selectos prisioneros, entonces se las conocía como “los pájaros de la muerte” y se supone que oficiaban la llamada águila de sangre, en los cuerpos de los prisioneros. La sangre se recogía en grandes baldes para un elaborado ritual, en los que las Idises, también conocidas como Hagedises o Dises, sumergían sus brazos desnudos hasta los hombros, antes de unirse a la frenética danza con la que concluía la ceremonia. No era de extrañar que estas mujeres tocadas por Herjafordr (el aliento de los ejércitos, se supone que una forma de referirse a Odin o Tyr) fueran muy temidas y reverenciadas, incluso se les llegara a ofrecer (como si de deidades se trataran), sacrificios en su honor para que estas les propiciaran con sus invocaciones buena suerte en la batalla, incluso los guerreros las honraban para obtener una muerte rápida y honorable en batalla si tenían que morir en ella..En tiempos posteriores fueron, junto a sus principales diosas las Nornas, condenadas y demonizadas como brujas pasando a formar parte de la legendaria Valpurgisnatch.
Retomando el papel de la mujer como guerrera, en el mito nórdico, cabe destacar la “Canción de la Lanza”, Darradarliód, incluida dentro de la saga de Nial, esta ofrece una interesante descripción al respecto, pues se narra en ella, la aparición de unas mujeres llegadas a lomos de sus caballos, que tejen una tela justo antes de la batalla de Clontarf (telar que confirma su estrecha relación con las Nornas, llegando “Skuld” como guardiana del porvenir a formar parte de los ejércitos de las hijas de Ygg). En la saga, morirán los dos príncipes contendientes. Se habla de doce valkirias, así como también se describe el telar, formado por huesos, espadas y calaveras. Hasta aquí se muestra una imagen valida de estas mujeres ligadas al culto a las guardianas del destino y a las valkirias como las que recogen las almas de los caídos, aunque quizás se debería recordar la mas primitiva y desconocida asociación con Odín, incluyendo lo macabro de su carácter y apariencia. Puesto que se cree que originariamente, fueron espíritus fúnebres ligados al culto a Ygr (el terrible), la personificación del propio Odin como sangriento padre de la batalla. Imagen bastante lejana, a la descrita por Snorri Sturluson en sus Eddas y otros autores en sus sagas.
Fuera de la leyenda y el mito, los hallazgos arqueológicos ofrecen mas datos acerca de la existencia de estas mujeres guerreras, las autenticas “valkirias” entre los ejércitos del norte.:
Antiguos sepulcros descubiertos por arqueólogos alemanes, dieron al mundo las primeras pruebas, de la presencia de mujeres guerreras entre los nórdicos. Los hallazgos se dieron en sepulturas encontradas en zonas de ciénagas, donde los musgos y los lodos ayudaron a mantener los cuerpos, las vestimentas y las armas en relativo buen estado. La primera tumba que podría remitirnos al mito, fue abierta en Tecklenburg, Wesfalia, datada en el siglo IV de la era cristiana y contenía los cuerpos de tres mujeres y ocho hombres. Esto no hubiera sido nada notable ni alcanzado tanta importancia, de no mediar la circunstancia de que todos estaban con sus respectivos escudos y espadas, presentando además heridas que demostraban que habían muerto en combate.
En Ostenburg, se halló el cuerpo de una joven combatiente. Su escudo estaba deteriorado por golpes y murió como consecuencia de cortes producidos por espada o un cuchillo largo. Según un posterior informe de un periódico especializado “Archeologisches Korrespondenzblatt”, estas guerreras, usaban pantalones confeccionados en un tejido de lana tupida, (vadmal), no demasiado diferentes a los que, se usan en la actualidad. El doctor Alfred Dieck, autor del trabajo, dio detalles sobre otro hallazgo cerca de Band Grand. En las montañas de Harz, fueron encontrados los restos de otras cuatro mujeres, vestidas con prendas para ir a la guerra y que presentaban señales de haber caído en combate, probablemente abatidas por golpes de espada.
Otros sepulcros, preservados en zonas pantanosas, ubicados en Dinamarca, los Alpes, y la alta Bavaria, destacan la presencia de guerreras o cazadoras, ya que los restos hallados son evidencias de diversos cuerpos de mujeres portando arcos.
En una tumba de Santon, Norfolk, se encontraron broches femeninos y una espada de dos filos, además de una pequeña daga.
En 1900 se descubrió en Noruega una tumba femenina con armas y un caballo. Tumbas similares se han hallado en Inglaterra y Escocia.
Una excavación arqueológica descubierta en Gerdrup, cerca de Roskilde en Dinamarca, reveló una tumba del siglo IX donde yacía una mujer humilde de unos cuarenta años enterrada con un cuchillo de hierro y una lanza, junto a un joven atado y con el cuello fracturado, probablemente un esclavo.

sábado, 21 de julio de 2012

La leyenda de Volundr

Según cuenta la vieja leyenda, el rey de los lapones tenía tres hijos fuertes y vigorosos que se dedicaban a esquiar y cazar animales. El primero se llamaba Slágfid, el segundo Égil y el tercero Völundr. Durante sus viajes llegaron a Ulfdálir , el lugar que se conoce como Los valles del lobo y prendados de la belleza del paraje y felices por la abundancia de caza, construyeron allí una casa.
Una mañana que habían salido muy temprano de caza, descubrieron en la orilla de un lago cercano a tres hermosas mujeres que estaban hilando lino. Eran valkirias en su tiempo de descanso y el que estuvieran tejiendo lino las relaciona con el poder sobre el destino y el tiempo que les han otorgado las Nornas. Dos de ellas eran las hijas del rey Hlódver: Hládgud Svánhvit de piel clara y mirada inocente, apodada la blanca como el cisne y Hérvor Álvit , ávida siempre de saber y de sentarse a escuchar los relatos de su padre con pasión, por lo que la conocían como la llena de ciencia; y la tercera, Olrin, se dice que era hija de Kiar el jarl de Válland
Descubiertas en su recreo, las doncellas no tuvieron mas remedio que aceptar la propuesta de matrimonio de los tres hermanos. Cada hermano tomó por esposa a una mujer: Slágfid se casó con Svánhvit, Égil con Olrin y Völundr con Álvit. Y se dice que grande fue durante algunos años la felicidad que embargo a las tres parejas.
Después de siete años viviendo juntos, las mujeres sintieron nostalgia de las tierras del sur desde donde habían llegado y se fueron volando una buena mañana para no regresar. Los dos hermanos mayores se fueron en su busca y recorrieron sin fruto todas las tierras circundantes, pero Völundr se quedó en Ulfdálir con la esperanza de que su esposa regresara algún día a el, pues nunca la había faltado y le constaba que ella le amaba tanto como el la amaba a ella. Para regalárselo cuando volviera, talló un collar magnífico formado por 700 anillas de oro. De esta forma, trabajo sin descanso, para rematar tan excelsa joya y se dice que su martillo golpeaba día y noche, y que durante muchas lunas, el fuego de su fragua fue perpetuo.
Cuando Nídud, el rey de Suecia, se enteró de que existía un collar tan espléndido mandó a sus hombres que se lo trajeran, ansiaba tan preciada joya para si, como símbolo de status y de su poder , pues ningún mortal poseía nada similar. Aprovechando que Völundr había salido de su casa a por leños con los que alimentar la fragua, los soldados entraron y encontraron las anillas que habrían de formar el collar. Sin embargo, no se atrevieron a robarlas y se limitaron a llevarse una sola anilla, pensando que entre tantas, su soberano no notaria la falta. Al regresar, Völundr se dio cuenta de que faltaba una anilla para montar su collar, pero pensó que, ya de vuelta, se lo habría llevado su mujer Álvit, pues a ella le agradaba a veces encapricharse de alguna de sus creaciones, así que con el pensamiento de que todo era parte de un juego de seducción de su amada, se limito a la feliz espera . Mientras la esperaba, se quedó dormido y los soldados que habían estado espiando agazapados, le aprisionaron y le cargaron de gruesas cadenas.
Para impedir que huyera, Nídud ordenó que le cortaran los tendones y que lo confinasen en un islote enfrente de la costa llamado Sevarstadr "El enclave del mar". Además, se quedó con su espada mágica y dio la anilla de oro a su hija Bódvild como un regalo especial, cosa que enojo mucho a Volundr , pues consideraba que esas anillas doradas eran parte del regalo para su amada. El cruel Nidud se burlo de el , diciendo que si realmente era un hijo de los elfos y un maestro en el arte mágico, forjase el mismo el instrumento de su liberación, y así, lisiado y mascando su rabia y su lenta venganza, quedo Volundr confinado en un viejo torreón con fragua en el islote, condenado a trabajar sin descanso, creando hermosas joyas para el tirano.
Tan solo el rey se atrevía a ir hasta Sevarstad, donde Völundr permanecía prisionero fabricando todo tipo de piezas valiosas. Pero Völundr no se dio por vencido. Durante las noches, sisaba pequeñas gotas de precioso oro y plata en cada envío, pero tan pequeñas eran las cantidades sustraídas, que nadie se dio cuenta de que poco a poco, acumulaba recursos para su fuga. De este modo, con plumas de oro y plata pura construyó unas alas que oculto entre la sucia paja donde descansaba poco y mal, y fingiendo sumisión, realizó unas alhajas que atrajeron la atención de los dos hijos de Nídud en cuanto su avaro padre alardeo de ellas
Los hermanos fueron en secreto hasta el islote cargados con sacos de oro , plata y gemas, pretendían que se les forjasen joyas similares, que pudiesen lucir como príncipes y futuros aspirantes al trono. Volundr conocía la codicia que despertaba su trabajo y aprovechó que estaban mirando embelesados el interior de un arca dorada que el artesano había prometido llenar de maravillosas joyas, para cortarles la cabeza. Con sus cráneos talló dos copas recubiertas de plata y se las entregó al rey; con sus ojos, piedras preciosas que envió a la reina; y con sus dientes, broches preciosos que regaló a Bódvild.
Algunos dicen que con el resto de sus cuerpos, alimentó su fragua y siguió forjando como si nada hubiese pasado, otros que los arrojo desde la ventana de la vieja torre al mar y que jamás se volvió a saber de los muchachos, a los que todos dieron por desaparecidos, por mas que los buscaron, nadie dio con su paradero.
Días después, a Bódvild se le rompió la anilla de oro y fue hasta el islote para que Völundr la arreglase. El herrero se mostró muy cordial y fingió que estaría encantado de reparar la anilla. Le ofreció un vaso de cerveza, Bódvild bebió confiada y cayó dormida víctima de un narcótico. Völundr aprovechó para violarla, dejándola embarazada, y luego salió volando de su encierro con las alas que había construido.
Antes de irse definitivamente, se acercó al palacio de Nídud y antes de que este pudiese hacer nada, ya se había apropiado de su espada mágica con la que amenazo al rey y, a cambio de que le prometiese que no haría daño a Bódvild, ya que ella no tenia culpa de nada y le permitiese conservar al hijo que estaba esperando, le contó la terrible verdad sobre la muerte de sus hijos mientras se marchaba volando entre carcajadas.
De este modo, cumplió Volundr su venganza, y aunque jamás volvió a ser capaz de andar, sus obras siguieron impresionando a hombres y dioses.

domingo, 15 de julio de 2012

Orm Holmgangr

El gigante que dice se apodero de la comarca de Berm era colosal, fuerte y soberbio; tan monstruoso y enorme, que nadie consiguió derribarlo y contaba ya sus victimas por centenares. Y siempre se mostraba henchido de arrogancia y soberbia, pues ya nadie osaba retarle y podía pasearse a antojo por donde le placiese y reclamar como suyo todo lo que desease, pues nadie se atrevería a negarle nada.
. Un día el gigante salió de su comarca y llego andando a grandes zancadas a la orilla del mar, y allí, en la blanca arena, encontró al rey de Islandia cabalgando con su sequito.
- Escucha tu el que te haces llamar rey de Islandia – le dijo -. Quiero que me des a tu hija como esposa y que partas tu reino conmigo. Y esto que te reclamo aquí ante todos, si no me lo das de buen grado, lo tomaré por la fuerza , a menos que alguno de tus guerreros quiera luchar conmigo.
El Konungr de Islandia volvió a su palacio y alrededor de la mesa de juntas contó a sus caballeros el encuentro con el gigante, aunque casi todos lo habían presenciado, y mando convocar a todos los que no estaban presentes. Y una vez todos los hombres de armas del reino estuvieron allí reunidos, el soberano se
desplomo en su trono . Y les preguntó sin rodeos:
- ¿Quién de vosotros quiere luchar con el gigante? ¿Quién osará afrontar su poder?.
Todos los valientes y orgullosos Jarl callaron, sabían que el monarca seria generoso si triunfaban, pero ninguno de ellos contaba con esa posibilidad, así que nadie se adelanto para aceptar el reto, los muertos no cobran recompensas. De este modo, todos guardaron un incomodo y vergonzoso silencio; todos, menos el joven Orm, que se abrió paso entre todos y respondió como si fuera un viejo luchador:
- Si me dais a vuestra hija como esposa y partís conmigo el reino si tengo éxito en la lid, yo afrontaré al gigante y lo abatiré en tierra por vos
El Konungr asintió complacido, no esperaba que el joven triunfase, pero al menos, el honor de la corona estaría a salvo, seria una gran humillación entregar la mano de su única hija sin mediar combate.
El gigante recibió pues la noticia de que había un retador, se quedo bastante perplejo, pues no esperaba rival, asi que cuando supo quién era el que iba a luchar con él, respondió:
- Gran vergüenza fuera que me venciera un niño como ése. Podría aplastarle como un piojo.
Orm recibió la respuesta del gigante y le contestó con orgullo:
- Un hombre pequeño abate muchas veces a una gran encina; eso sucede a menudo. En cuanto al piojo, este vuelve loco al perro, porque antes de aplastarlo, el animal ha de cazarlo primero.
Y quedaron tras el acostumbrado intercambio de desafíos en que el duelo se celebraría a la mañana siguiente en la orilla del mar. Allí se citaron al rayar el alba.
Por la tarde, a la puesta del Sol, cuando el rocío cubría los campos, el joven Orm pensó ir al túmulo donde dormía su padre, a reclamarle su espada. El arma había servido bien a su padre, y tenia fama de haber abatido a incontables enemigos.
Fue, en efecto, hasta la vieja colina ya con la noche encima e invocó a su padre, golpeando el túmulo.
El muerto despertó de su letargo e interrogó:
- ¿Quién golpea tan rudamente sobre mi túmulo? Va a hundirse, y deseo reposar en paz.Merecido lo tengo.
Orm alzo la voz y contestó:
- Quien golpea el túmulo es Orm, tu hijo, al que tanto amas. De su padre querido un rico don aguarda. Deseo que me entregues la buena doncella, la fiel espada «Berting».
Pero el espíritu del padre se mostró inflexible y dijo:
- No te la entregaré hasta que no hayas vengado mi muerte en la isla de Helm. Sangre por mi sangre has de verter para tener la espada.
- Si no puedo tener a «Berting» – repuso Orm -, tenerla y usarla, me pondré encima del monte y haré que se hunda encima de ti. Puesto que me reclamas que vierta la sangre de mis enemigos que también fueron los tuyos, dame el instrumento de mi venganza.
Entonces el padre tomó a «Berting» y se la dio a través del sepulcro. Y allí se quedo Orm velando el arma hasta que comenzó a insinuarse la luz del alba y se puso en camino hacia la playa.
Al filo del amanecer fue Orm al sitio designado para el duelo. Allí esperaba el sequito del rey, y también un nutrido grupo de siervos del gigante. Hicieron un círculo amplio en la arena, y siguiendo la tradición entraron en él. Durante un día y su noche lucharon y ninguno de los dos podía sacar ventaja a si rival. Durante el segundo día y su noche los dos lucharon. Al amanecer del tercer día, Orm hirió a su adversario en la rodilla. El rey de Islandia, que estaba presente, vio al gigante doblarse y caer y dijo:
- Jamás he visto a un guerrero que hiriera tan bajo a su enemigo.
Pero Orm contestó:
- Si lo herí en la rodilla es porque no alcanzo más alto. Que de las nubes descendían sus golpes y ni así dieron en su blanco.
Y así lo venció. Pues en cuanto el gigante hinco la rodilla, el salto en el aire y de un tajo le decapito la cabeza.
Y grande fue el alivio de todos, en especial de la joven princesa, que no deseaba en absoluto ser entregada al gigante, pero, el muchacho no se presto siquiera a acercarse a su monarca a reclamar su merecida recompensa tal y como se le había prometido, sino que se dio media vuelta, tomo las riendas de un caballo y montando, se alejo al galope por la playa.
Después de varios días de galopar Orm fue a parar a las proximidades de una gran urbe y allí encontró un barco de pescadores. Montó en él y se dirigió a la isla de Helm. Durante dos meses navegó sin pausa, hasta que llegó a la isla, en donde fue muerto a traición su padre por dos guerreros llamados Gierd y Arland.
Llegaron a oidos de los dos guerreros que un joven habia partido de la costa y clamaba venganza y dijeron a Orm:
- Escucha, joven guerrero: ¿conoces tú al joven Orm? Es ya según cuentan un hombre valeroso. Dicen que abatió al gigante de Berm, pero seguro que este se encontraba adormilado o borracho.
- Yo conozco bien al joven Orm. Y puedo asegurar que le venció en un holmgangr justo. Lleva manto de escarlata, y para vengar a su padre pronto vendrá a Helm. Pues su espada tiene ser de la sangre de los asesinos de su padre.
Gierd y Arland golpearon la tierra con el pie y dijeron muy seguros de si mismos:
- Jamás vendrá aquí Orm para vengar a su padre. Pues no es mas que un cobarde.
Y el joven guerrero les respondió escupiendo en el suelo a modo de provocación:
- Yo soy el joven Orm, y vengo a pediros reparación por la muerte de mi padre. Al alba veré rodar vuestras cabezas por la arena
Y golpeó la tierra con su espada. Y allí se quedo orgulloso esperando una respuesta.
Gierd y Arland se miraron y desenfundando también sus armas respondieron:
- Si eres el joven Orm, no tendrás oro ni plata, sino que encontrarás la muerte a nuestras manos, como tu padre. Y tu carne alimentara aquí a los cuervos.
Entonces acordaron descansar hasta el alba, tras la noche, hicieron un circulo en el suelo, y a la salida del sol, entraron en el para combatir.
- Estoy solo contra vosotros dos exclamó Orm. Pero no me iré de aquí sin vuestras cabezas.
Durante dos días y sus noches lucharon sin tregua, al amanecer del tercero, decidieron detener el combate hasta el sol alto. Entonces los dos enemigos se retiraron hasta la hora convenida, solo Orm no se movió ni un paso, y se quedo allí inmóvil dentro del circulo, esperando el momento de reanudar el combate.
Entonces se formo una nube de humo y de ella surgió una voz de mujer que le hablo así a Orm.
- Escucha tú, joven guerrero: tu espada está presa de un hechizo. Estás sosteniendo, en verdad, un duro combate. Pero no obtendrás la victoria hasta que muestres a tu espada que camino ha de seguir.
Orm hizo con la hoja de su espada un profundo corte en la palma de su mano derecha, y tiño con la sangre roja su hoja exclamando "ahora que has bebido de mi, busca la sangre de mis enemigos, porque jamás volverás a saciar tu sed de otra forma". Y después de esto, golpeo con la hoja en el suelo y desapareció el hechizo que impedía que la espada matase a sus rivales.
A la hora convenida, regresaron los dos adversarios , parecían frescos y descansados, y se extrañaron de encontrar al muchacho teñido en sangre, pero como el indico que era hora de reanudar su combate, empezaron a luchar, aunque pronto se dieron cuenta de que algo había cambiado en el combate, ahora la espada de su enemigo se había vuelto letal, y les costaba esquivar cada golpe. Hizo sucumbir a los dos guerreros, tras un corto combate esta vez, y tal y como había prometido, les corto la cabeza y se las llevo consigo , cogió el botín, en reparación por la muerte de su padre, envolvió la espada con seda roja y volvió a su país.
Antes de presentarse ante su Rey, regreso al túmulo donde descansaba su padre, y allí enterró en el suelo las dos cabezas de sus asesinos, como prueba de que había cumplido su promesa. Después, se baño en la orilla del mar, y ya vestido con su manto escarlata y cabalgo hacia el gran salón del monarca, donde fue recibido con gran alegría. El Rey le entregó a su hija tal y como había prometido, y ella se mostró dichosa de ser la esposa de un caballero tan valeroso y a la gran dote que el aporto como botín arrebatado a los enemigos de su padre, se dice que el soberano aporto la mitad de su reino.

martes, 10 de julio de 2012

Beowulf

Su primera gran hazaña consistió en su lucha contra Breka (uno de los nobles de la corte). Los dos empezaron una lucha a espada. En el fragor de su batalla terminaron por sumergirse en las aguas del mar, donde siguieron luchando. Cinco días enteros estuvieron nadando y peleando, hasta que una tempestad les separó. Breka fue arrastrado a la orilla, pero Beowulf lo fue hacia unas colinas, donde resistió el embate no sólo de las olas, sino de las hostiles ondinas y otros monstruos marinos que le atacaron. Cuando ambos contendientes regresaron ante el rey y contaron su historia, Breka recibió un premio, pero a Beowulf le regaló su preciada espada, Nägeling, y fue reconocido por todos por su extraordinario valor.
Un día llegó a su corte un trovador que contó lo siguiente :
"Para celebrar el fin de la construcción del castillo de Heorot, el rey de Dinamarca, Hrothgar, había celebrado un gran banquete en el salón principal del castillo. Una vez acabado este, todos se retiraron a descansar dejando en el salón un cuerpo de guardia de los 32 hombres más valerosos del reino. Cuando por la mañana los sirvientes entraron, vieron con horror que todas las paredes estaban manchadas de sangre, de los hombres no había ni rastro y sólo se veían unas gigantescas pisadas ensangrentadas que se dirigían a las aguas de un lago. Todo parecía obra de un terrible monstruo: Grendel, que había sido expulsado hacía años por un mago, pero que había vuelto. El rey ofreció una cuantiosa recompensa por matar al monstruo, pero nadie se había atrevido a ello."
Beowulf se sintió enseguida atraído por la empresa y se embarcó rumbo a Dinamarca acompañado por catorce hombres.
Llegados ante el rey Hrothgar, fueron recibidos con gran alegría y después de un gran banquete el rey y su séquito abandonaron el salón quedando en él solamente Beowulf y sus compañeros. Todos los compañeros terminaron quedándose dormidos, solo Beowulf veló durante toda la noche. Casi amanecía ya cuando Grendel apareció silenciosamente. Arrancó de un tirón los cerrojos y las barras que protegían la puerta y abalanzándose dentro del salón agarró y devoró a uno de los durmientes. Agarró después un segundo cuerpo, el de Beowulf. Se entabló en la oscuridad una terrible lucha entre ambos, en la cual Beowulf consiguió arrancar de cuajo el brazo de su adversario. El monstruo huyó, herido de muerte, hacia su guarida en el lago, dejando tras de si un rastro de sangre.
Cuando amaneció tanto los compañeros del héroe como el rey y su corte contemplaron asombrados el tamaño y la fuerza del brazo del monstruo, el cual colgaron del techo de la sala.
Todo fueron felicitaciones y regalos y se festejó la victoria con un banquete. Tras el, todos se fueron a dormir, dejando a los hombres del rey de guardia, pues se creía que ya no había ningún peligro. Pero en el silencio de la noche otro monstruo apareció. Era la madre de Grendel, que silenciosamente cogió el miembro cortado de su hijo y se marchó del lugar, no sin antes llevarse a Asker, el amigo más intimo del rey.
Llegada la mañana Beowulf se ofreció a ir a matar a la madre de Grendel en el propio refugio de esta.
Siguió el rastro de sangre, hasta que llegó a una colina que sobresalía en las aguas de un pozo. En lo alto de la colina estaba la cabeza de Asker, para anunciar a los que se aventuraran en el lugar de la suerte que les esperaba. Beowulf se zambulló en el pozo y a su paso salían innumerables monstruos que le atacaban y a los que iba matando con su espada. Por fin la lucha fue con la misma madre de Grendel, a la que el héroe pudo cortar la cabeza.
Se adentró en una cueva y encontró a Grendel que aún agonizaba y le cortó también la cabeza. Llevándose la cabeza nadó hacia el exterior, tarea nada fácil pues las aguas al mezclarse con la sangre de los monstruos muertos había alcanzado tal temperatura, que se le derritió la espada.
Al volver ante el rey con este trofeo todo fueron alegría y agasajos. El rey hizo a Beowulf y a sus hombres numerosos regalos y todos juntos se volvieron felices a su tierra.
Pasaron varios años en paz, allá en su tierra, hasta que los frisios empezaron a atacar las costas del reino. Saqueaban y quemaban todo a su paso para volver luego a sus barcos y huir con rapidez. El rey Hygelas y Beowulf decidieron invadir el reino de Frisia. Pero en esta invasión el rey Hygelas fue muerto en una emboscada de los frisios y Beowuf hubo de volver a su tierra.
La viuda del rey, preocupada por las posibles discordias que pudieran producirse en el reino por la falta de un rey fuerte (Hardred hijo y heredero del rey Hygelac era aún un niño) ofreció la corona a Beowuf, pero este se negó y levantando sobre su escudo al pequeño Hardred, declaró que le protegería y reconocería como rey toda su vida.
Hardred llegó a la mayoría de edad y fue un gran rey. Pasaron años de paz hasta que llegaron al reino dos hijos del rey Othere, que se habían rebelado contra su padre. Hardred les dio refugio, pero cuando les propuso que hicieran las paces con su padre, el mayor sacó la espada y mató a Hardrer. Uno de los seguidores del rey mató al asesino, pero el pequeño de los hermanos, Eadgils, logró huir.
Esta vez Beowulf aceptó la corona. Eadgils se había convertido en rey de Suecia y vino con un ejercito a vengar la muerte de su hermano. La expedición fue aniquilada por Beowulf y Eadgils murió en la lucha.
Beowulf proporcionó cuarenta años de paz, y siendo ya anciano le llegaron noticias de que en unas montañas cercanas se guarecía un dragón que estaba asolando la comarca. Los lugareños le pidieron que les librara del monstruo, y a pesar de su avanzada edad, no quiso negarse.
Beuwulf fue a su guarida y le retó al combate. Pero las fuerzas del héroe ya no eran las de antaño, y la batalla sobrepasaba sus posibilidades. Sólo consiguió matarle gracias a la ayuda de su fiel amigo Wiglaf. Pero Beowulf había sido tan malherido que comprendió que no sobreviviría.
El dragón escondía en su guarida un enorme tesoro que sería para su pueblo, por lo cual el héroe murió feliz, porque perdía la vida en una aventura heroica, que había además proporcionado riquezas materiales a su pueblo.
Fue enterrado según su voluntad, en un montículo, desde el que podía verse el mar y que llevaría su nombre.

miércoles, 4 de julio de 2012

EL anillo mágico de Tove

Nunca se conoció un amor tan grande como el que sentía el rey Valdemar por la pequeña Tove, se dice que nunca hubo sobre la faz de las tierras del norte un soberano que amase tanto a su hija. Tan grande era este cariño, que cuando murió, el soberano no quiso que enterrasen el cadáver, sino que lo hizo embalsamar y lo mando guardar en una sala del gran Hoff próxima a su habitación y se dice que todas las noches visitaba a la niña antes de conciliar el sueño
Y cuando salía de viaje por el reino hacía que condujesen el cadáver en su compañía, por lejos que fuese y tortuoso que fuese el camino. Los cortesanos estaban cansados del capricho del Rey y se esforzaban en adivinar la causa de tan gran amor. Muchos empezaron a creer que el monarca había perdido la razón, pero nadie se atrevía a contrariar al soberano.
Uno de ellos descubrió al fin un dia que estaba engalanando el cadáver de la muchacha que a la pequeña Tove su madre le había dado un anillo encantado con un poderoso hechizo de ligazón para asegurarle el amor del Rey aun después de su muerte. El cortesano guardo este secreto, hasta que fue una noche al catafalco donde yacía Tove y le quitó el anillo encantado de su dedo.
A la mañana siguiente el Rey preguntó:
- ¿Por qué no se ha dado aún sepultura a la pequeña Tove? No podemos tener en nuestra compañía un cadáver. Hay que dar a la tierra lo que es de la tierra. Aunque mi corazón se desgarre al verla partir a un lugar donde jamás volveré a contemplar su bello rostro.
Y dio orden a sus cortesanos de que enterrasen el cadáver antes tan amado y del que no se quería separar. Y grande fue el dolor y la pompa de aquel entierro en el túmulo de los reyes.
Aquella misma mañana el Rey notó que uno de los cortesanos le era mucho más simpático que anteriormente. Y empezó a tenerle como favorito entre todo el resto de la corte Y concibió por él un amor tan grande, que lo elevó a los cargos más importantes del reino, e hizo que comiese en un sillón de la misma altura y dignidad que el suyo. Nadie entendía como aquel que hasta aquel dia solo había sido un lacayo, ahora era casi tratado con la dignidad de un príncipe.
Pero este cortesano se sentía atormentado por los remordimientos, pues sabía que su elevación a cargos de
tanta importancia no se debía a sus méritos, sino a la virtud del anillo encantado. Al mismo tiempo sufría por la crítica y comentarios de los demás cortesanos, que no sabían a qué era debida una carrera tan brillante. Al fin, el cortesano salió una noche de Palacio y arrojó el anillo en medio de un lago que estaba en el bosque de Gurre.
Desde entonces el Rey sintió tanto agrado por este lugar, que no quiso habitar en otra parte. Hizo construir en medio de las aguas, un gran salón rodeado de una sólida empalizada que tenía comunicación con tierra por medio de un puente maravilloso de cobre batido. Tanto, le gustaba vivir allí, que con frecuencia decía que Odin podía guardarse su Valhalla si no le privaba de la posesión de su Hoff de Gurre.
Pero estas palabras irreverentes fueron la causa del castigo del Rey. Odin monto en cólera privó a su alma del descanso, y después de su muerte lo condenó a vivir siempre allí y a errar en las tinieblas de la noche, cazando por los bosques. Muchas noches se le oye aún pasar en medio de un griterío infernal, seguido de un tropel de jinetes....y muchos aseguran que es frecuente ver a la cacería salvaje de Allfather sobre el lago y su islote, donde se dice que aun mora el alma del Rey, hasta que Odin logre darle caza.