martes, 29 de noviembre de 2011

Evangelio de los vampiros, Génesis. Cap. X

"Así era la Atlántida antes de ser hundida por el Creador."
Cuando las aguas se retiraron, en el tiempo de la ruptura, Atlántida surgió frente al estrecho que los humanos llamaron "las colinas de Hércules".
En medio de la luz, Atlántida era una región de oscuridad.
Donde se desarrollaron todas las artes que las Criaturas de las Tinieblas enseñaron a sus discípulos.
Fue en Atlántida donde se fundó el primer imperio, cuya sacerdotisa fue Akasha (Aradia), la mujer que acompañaba a Dissaor y a Lamec.
En aquellos días, el conocimiento oscuro era transmitido a todos los habitantes de Atlántida.
Por lo que Atlántida fue un continente de Vampiros.
Mas no todos sobrevivieron al hundimiento, por que fueron muertos por el fuego y por los Centinelas, en las formas en que el Creador enseño a su creación para destruir a los seres oscuros.
Cuando fue la matanza en Atlántida, los No-Muertos y las Criaturas de las Tinieblas observaron sin moverse; pues ellos están por encima de las emociones; son capaces de llorar sin emoción.
Mas la venganza era suya, pues fue engendrada en las tinieblas.
Llamaron a Dissaor, a Lamec y a Akasha, y les hablaron así:
"Dissaor, Lamec y Akasha, hijos y herederos de las tinieblas, conozcan lo que vendrá.
Pues las Criaturas de la Noche habitarán en Atlántida como una vez nosotros habitamos en el universo; no existía dolor ni lagrimas, ni la alegría ni el placer.
Únicamente las profundidades internas de todos nosotros unidas a la negrura de nuestras profundidades externas.
Y el número de Vampiros y Criaturas de la Noche creció, siendo mayor que el de las criaturas de la luz.
Por lo que el Creador, violando una vez más el orden del universo, ha enviado destrucción sobre Atlántida y las Criaturas que sobre ella prosperaban.
Demasiado tiempo hemos callado desde el momento de la rebelión melancólica.
Mas ya no lo haremos; por cuanto las obras que fueron destruidas en Atlántida no serán recordadas por las generaciones venideras; ni la misma Atlántida, que será considerada un mito.
Como leyenda seremos nosotros, pues el mito ha sido impuesto por el Creador, para que se difunda la mentira acerca de nosotros.
Y así Ra, que es uno con la noche será uno con el sol; y Tonatihu, el de la luna, será uno con el sol; los humanos llamarán solares e hijos y padres de la luz a muchos de nosotros.
Tales son los planes del Creador, convertirnos a la luz.
Por esto, luz seremos aquellos a quienes se nos calumnie; seremos luz que calcinará a la luz.
Mas no será para entregarles nuestras enseñanzas, como lo hemos hecho con los Vampiros y las Criaturas de la Noche.
Sino para que establezcan pactos concientes o inconscientes con la oscuridad que guardan en el fondo de la falsa luz, para perdición del falso profeta de la luz y sus seguidores.
A la luz del día, verá el Creador como sus criaturas le dan la espalda y se vuelven a la oscuridad.
Por que no serán parte de nosotros; conoce que nosotros percibimos a los que nos pertenecen, y a ellos enseñamos lo que deseamos.
Por medio de tí, Dissaor, de Lamec, de Akasha y de los muchos profetas y videntes de las tinieblas que existieron, existen, y que vendrán.
He aquí, hemos dado a Luzbel, llamado Satán por el Creador, la facultad de llevar a los seres de la luz a sus dimensiones.
Que fueron aquellas a las que le condeno el Creador, diciendo:
"Seas precipitado en este lago de fuego por el resto de tus incontables días; seas odiado por los seres humanos que estoy por crear, seas odiado por las Criaturas de las Tinieblas"; pero nosotros nos hemos vuelto hacía Satán, dando la espalda al Creador.
El genero humano, maldito por el Creador, seguirá la luz para entrar en el llamado Infierno.
Mas no será cuando el Creador lo decida, sino cuando ellos mismos, Satán, o nosotros lo dictemos.
Demasiado tiempo hemos callado; porque entre nosotros no hay amor ni odio.
Pero si venganza: Escuchen bien Dissaor, Lamec y Akasha.
Enseñen de aquí en adelante el valor de la venganza, así como han enseñado las artes oscuras, la melancolía,
la sed de sangre, el rechazo a la luz y la protección de la oscuridad; la magia y la lujuria.
Enseñen, de aquí en adelante, las maneras del depredador.
Pues los Vampiros serán depredadores, acechando al género humano; temidos serán por humanos y ángeles; odiados por los Centinelas; malditos por la tierra y el cielo, a los que los oscuros odiarán, sirviéndose de ellos, ajenos a todo amor y todo odio.
Mas si tuviesen que elegir, elegirían el odio y la crueldad.
Y al practicar la crueldad, que lloren por dentro.
No sean como el Creador, que se regocija en su crueldad.
Sean los vampiros y las Criaturas de la Noche seres en verdad diferentes al resto de la creación.
Abran los ojos y oídos; muestrenles únicamente lo que han de saber.
Pues la soledad es una virtud, lo mismo que el abandono.
Y que las prostitutas sagradas que servían en Atlántida a las Criaturas de la Noche sean restauradas en los nuevos lugares.
Porque serán repudiadas por los Centinelas y los que sirven a los Centinelas, como ya han sido repudiadas las Criaturas de la Noche.
Por cuanto las prostitutas sirven a la lujuria, también son Criaturas de la Noche, aunque de un linaje inferior, pues han sido hechas para servir.
Mas su poder es inmenso al oponerse al amor, y recordar que la cópula existe sin amor.
Cuando venga el engaño, que las Criaturas de la Noche aprendan a practicar el arte de la lujuria, y rechacen el amor.
Pues el amor debilita a las Criaturas de la Noche en tanto que fortalece a las criaturas de la luz.
Fue hundida la Atlántida, y esto ocurrió antes del diluvio.
Este es el décimo misterio: el del poder y la venganza en lujuria de las Criaturas de las Tinieblas.
Únicamente los Vampiros cuya sabiduría es grande puede tener acceso a esta revelación, y sólo si han penetrado las nueve anteriores.
"Porque este poder sacude la tierra y el cielo, y a lo que esta debajo de la tierra".

viernes, 25 de noviembre de 2011

Evangelio de los vampiros. Génesis. Cap. IX

"Este es el misterio de los descendientes de Caín, que fue creado a la imagen de la lujuria, al contrario de Abel, quien fue creado a la imagen del amor".
Conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc.
A Enoc le nació Irad, e Irad engendró a Mehuayel, Mehuayel engendró a Matusael, y Matusael engendró a Lamec.
Lamec tomó para sí a dos mujeres; el nombre de una era Adá, y el nombre de la otra era Sillá.
Adá dio a luz a Jabal; el nombre de su hermano era Jubal.
Tambien Sillá dio a luz; a Tubalcaín, forjador de toda herramienta de cobre y hierro. Y a Naamá.
Lamec alzó su voz: "Yo maté a un hombre que me hirió, y a un joven por una confusión que recibí".
Caín será vengado siete veces; mas Lamec lo será setenta veces siete".
De aquí a intocables generaciones, hasta el final de los tiempos.
He aquí, una Criatura de la Noche nace entre humanos estúpidos, adoradores de la luz, y éstos le rechazan y se maldicen por haberlo traído a la tierra; mas la Criatura de la Noche, desde que nace, sabe de su naturaleza, y que siempre estará sola, más unida a las Criaturas de las Tinieblas, y busca el conocimiento oscuro y la lujuria por el conocimiento.
Por esto es, Centinelas, que no pueden ser destruidas las Criaturas de la Noche.
Que tan solo por habitar entre las Criaturas de la luz, las desafían.
Hasta que obtienen la primera revelación, y se consagran a la oscuridad que en espíritu las engendró.
Aborrecen a sus padres y hermanos humanos para abrazar a las tinieblas.
Pues ellos son tesoro de las sombras, sacerdotes oscuros y seres perdidos y encontrados a sí mismos en el reino de la luz.
Y los que descubren la señal de Caín la portan en victoria interior y callada, en medio de los seres estúpidos.
Aguardando la caída de la luz y con ella, la caída de la escoria que les rodea.
Mas hubo Criaturas de la Noche que negaron su oscuridad y abrazaron la luz.
Pero no por eso sus nombres ni sus obras fueron borradas del libro de la oscuridad.
Todo aquel que pertenece a las tinieblas vuelve a ellas; esto es parte del orden universal.
Hubo humanos de la raza estúpida que anhelaron unirse a las tinieblas.
Pero aunque lo hicieron, regresaron a la luz; esto es también parte del orden universal.
Oscuridad se une a la oscuridad con delgados cordones de luz; luz se une a luz con delgados cordones de oscuridad.
Dissaor, hijo de Caín, transmitió el conocimiento oscuro a Lamec. Y Lamec fue Vampiro.
Y Lamec y Dissaor viajarón de la tierra a Aradia, y a los vértices, y al espacio más allá de los vértices; amenazados por la luz y protegidos por la oscuridad, bebiendo la sangre y la energía de las criaturas del Creador.
Había gigantes en aquellos días; muchos gigantes recibieron el conocimiento oscuro.
En aquellos días, muchos Vampiros fueron inscritos en el libro de la oscuridad.
Más primero sólo Dissaor y Lamec podían pasar por el umbral hacia Aradia y el lado oscuro del tiempo.
Y a las regiones oscuras les seguía una mujer vestida de negro.
Reina de los Vampiros fue llamada por las Criaturas de las Tinieblas y los seres Crepusculares, pues era grande su sabiduría.
Sacerdotisa había sido del primer imperio, y estudio los libros de las sombras, y su poder era grande sobre la tierra.
Por lo que la mujer, que seguía a Dissaor y a Lamec, dejó que la tierra se tragara su nombre mortal, y que le fuera impuesto el nombre de la dimensión de los Vampiros.
Y fue llamada Aradia.
Así como las Criaturas de las Tinieblas enseñaron a Dissaor, a ella enseñaron todos los misterios y todas las revelaciones que le correspondían.
Y Aradia crecía en sabiduría aprendiendo todas estas cosas; no intentaba obtener más conocimiento del que le estaba permitido; en cambio aguardaba, y el conocimiento venía a ella cuando no lo buscaba.
Este es el fundamento de toda magia: encontrar sin buscar.
Así Aradia se dirigió al lugar llamado Atlántida, que fue hogar de los Vampiros, las Criaturas de la Noche y que fue también de los Brijos, pues los Brujos son Criaturas de la Noche.
Viendo el Creador oscuro esplendor en Atlántida dijo: "Húndase la Atlántida".
Mas algunas Criaturas de la Noche y algunos Vampiros evitaron su destrucción y se establecieron sobre todos los rincones de la tierra, a la vista de Dissaor y sus discípulos, que les enseñaban lo que debían conocer.
Viendo el Creador oscuro esplendor sobre la tierra dijo: "Sea el diluvio".
Y fue primero el Vampiro Utnapischtim quien construyó un arca y la llenó con seres oscuros y animales; y otros seres oscuros lo hicieron en muchos rincones de la tierra. Viendo esto, el Creador ordeno a Noé que construyese un arca, para albergar a los adoradores de la luz.
"Por que", dijo el Creador, "la perversidad se ha extendido sobre la tierra".
Y al termino del diluvio puso en el cielo una señal infame del pacto entre él y las criaturas de la luz; y lo llamo Arco Iris.
Contemplo Aradia el Arco Iris, y junto con Dissaor trajo a la tierra el arco de la oscuridad.
Bajo el cual, todo linaje de Brujos a pasado detrás de Aradia.
Brujos y Vampiros han sido aliados desde entonces, mas está alianza se ha roto en diversas ocasiones.
Pero es así como todo deve ser ante las Criaturas de las Tinieblas.
Y Caín ha sido vengado; y Lamec ha sido vengado; más Aradia y su linaje, y el de Caín, aguardan venganza.
Este es el noveno misterio: la llave de toda brujería, engendrada por Dissaor y por Aradia.
Todo aquel que no lo posea, y se diga a sí mismo brujo, conocerá la venganza que guarda Aradia.
Aradia escribió en el Evangelio de las Brujas, e hizo muchos prodigios y milagros con las enseñanzas de Dissaor.
Y sus incontables generaciones.

martes, 22 de noviembre de 2011

Experiencias al borde de la muerte

La experiencia de ver una aparición cuando la muerte está a punto de llegar o acaba de producirse es mucho más frecuente de lo que se cree. En ocasiones nos visitan los “fantasmas” de familiares o amigos ya fallecidos, otras veces observamos brumas, luces o auras e incluso oímos músicas que no tienen explicación.
Experiencias al borde de la muerte: Un estudio pionero
¿Es la conciencia una entidad separada del cerebro? Esta es la pregunta a la que pretende dar respuesta un grupo de médicos estadounidenses y británicos con el estudio más ambicioso que se ha hecho nunca sobre las experiencias al borde de la muerte (ECM). Analizarán 1.500 casos de pacientes que sobrevivieron a un paro cardiaco temporal para comprobar la realidad de las vivencias que muchos de ellos aseguran haber tenido, como llegar a un túnel con una luz brillante al final o haber asistido desde el techo de la sala a su propia operación. El trabajo estará coordinado por la Universidad de Southampton (Reino Unido) y será dirigido por el doctor Sam Parmia, quien, si bien ha declarado que “es poco probable” que encuentren “muchos casos en los que esto suceda”, también explica que “si la conciencia continúa trabajando después de que el cerebro se apague, es posible que sea una entidad separada”. “La muerte –añade– no ocurre en un momento específico, sino que se trata de un proceso” que se produce durante “un período que puede durar entre unos pocos segundos y varias horas.”
En el transcurso del mismo los médicos pueden devolver la vida al moribundo y revertir el proceso. Y lo que la persona experimenta durante ese tiempo puede ser, según Parmia, “una ventana que muestre lo que todos somos propensos a experimentar”. Muchas personas que han tenido una ECM afirman que en el túnel de luz del que hablan se encontraron con sus seres queridos fallecidos y que fueron precisamente ellos quienes les indicaron que todavía no era el momento de abandonar el mundo. ¿No es posible que, de la misma forma en que se manifiestan en esos casos lo hagan también apareciéndose en circunstancias más cotidianas para comunicarse con nosotros?
¿Espíritus?
En la primera colección de casos de Gurney, Myers y Podmore, fundadores de la Society for Psychical Research de Londres en 1886, se recogió el testimonio de 17.000 personas, de las cuales aproximadamente el 10% había tenido alguna clase de experiencia alucinatoria. 830 de aquellos casos correspondían a apariciones humanas bastante reales. Por aquella época la teoría tradicional sostenía que las apariciones se debían a la intervención de los espíritus, es decir, una aparición se concebía como una dimensión de la existencia humana que logra sobrevivir a la muerte del cuerpo. Pero los datos de Gurney, Myers y Podmore no encajaban bien con esta teoría, ya que solo el 20% de los casos que recogieron se referían a personas fallecidas y, además, entre ellos había algunas apariciones de animales.
Poco antes de la muerte
La experiencia de ver una aparición ha variado a lo largo de la historia en función de la época y de las creencias que profesa la sociedad en la que se produce. Hasta el siglo XVII los casos de este tipo estaban muy poco documentados y no son representativos de este tipo de fenómenos debido a que, en general, sus protagonistas eran personas que pretendían promover determinadas causas filosóficas o teológicas. En su obra clásica Phantasms of the Living, Gurney, Myers y Podmore argumentan que determinadas formas de percepción extrasensorial pueden proporcionar información sobre personas que se encuentran en lugares lejanos y que están viviendo una crisis o están a punto de morir. Esta información –explican – puede adquirir la forma de una aparición o cualquier otro tipo de experiencia visual. También puede llegar a través de sueños, intuiciones, impresiones táctiles o auditivas y reacciones físicas o emocionales. Pero, en cualquier caso, la mayoría de los episodios estudiados por ellos estaban relacionados con la muerte de tal forma que “la experiencia del testigo coincidía o casi seguía a la muerte del agente”.
Y, según los criterios estadísticos, tal coincidencia no podía ser resultado del azar. A principios del siglo pasado el astrónomo francés Camille Flammarion publicó muchos casos en los que las experiencias se desarrollaban en más de una modalidad sensorial.
Varios testigos
Hay episodios en los que la experiencia de la aparición es compartida o percibida por más de un sujeto.
En este sentido, los investigadores psíquicos Ernesto Bozzano y D. Scott Rogo reunieron muchos casos interesantes sobre un fenómeno poco conocido: escuchar música en el lugar en el que se encuentra una persona moribunda.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Seres mágicos de los vikingos

El mundo mágico animista de las antiguas creencias siempre resulta fascinante. El hombre vivía sumergido en un ámbito en el cual los seres fabulosos e invisibles actuaban sobre su vida cotidiana. Las entidades sobrenaturales del folclore nórdico constituyen la forma en la que este pueblo de guerreros y rudos navegantes se explicaba el enigma de lo ignorado.
Cuando el ser humano se siente inseguro en una situación, busca instintivamente signos exteriores que le brinden confianza. Psicológicamente, brinda a dichas señales el valor de una especie de garantía de que el peligro será conjurado y todo saldrá bien. Por este motivo, incluso hoy en día, las profesiones que implican un elevado grado de incertidumbre inducen en quienes las practican el empleo de elementos mágicos en los que apoyar la confianza en el éxito. Nada tiene de extraño que, en estas situaciones, se recurra a todo tipo de amuletos, que muchos llevan ocultos bajo la ropa o a la vista.
En las culturas de la antigüedad esta necesidad era mucho más acuciante. El mundo era un lugar peligroso e imprevisible, lleno de fuerzas misteriosas, que requería de forma permanente atraer la buena fortuna y mantener a raya la desventura. Los vikingos usaban runas. El hecho de que éstas fueran signos que componían su alfabeto o futhark es significativo, porque la escritura tuvo consideración mágica y sagrada en todos los antiguos sistemas de creencias. Y por eso mismo, la magia también es un idioma universal.
Algunas runas eran especialmente usadas como talismanes. Por ello, dichas figuras se grababan en joyas o en trozos de hueso –para protegerse o cargarse de energía–, o en las armas que llevaban guerreros o comerciantes –para apoyar su valor en el combate o en la empresa–, así como en la entrada de la casa o en la roda del barco, con el fin de evitar ataques y naufragios
También se hacían combinaciones, mezclando distintas runas que se complementasen entre sí para lograr un objetivo determinado, como ocurría con las hugrunir o runas asociadas a la memoria y la locuacidad. Éstas se dibujaban en las things o asambleas para promover el don de la expresión verbal. Los vitkis o maestros de runas también llevaban estas hugrunir tatuadas en el pecho y en todas sus pertenencias.
Otras tenían finalidad medicinal, como las runas lime, usadas para combatir ciertas enfermedades, o las biarg para facilitar los partos. A las ale se les atribuía el poder de deshacer los hechizos femeninos y las brun protegían a los navegantes. Algunas combinaciones se escribían de derecha a izquierda, lo que suponía una inversión del significado original de las runas que tenía la función de desencadenar los aspectos negativos de las mismas con fines agresivos.
Como puede observarse, se trataba de un sistema altamente especializado. Por ejemplo, las runas troll, consistentes en secuencias de tres runas thurisaz, se usaban para acceder a la comunicación con otro tipo de seres. También estaban las curiosas fretrunir o pedo, que se dibujaban con sangre, en grupos de treinta, con la finalidad de provocar malestares físicos a alguien.
Ciertas runas y códigos rúnicos estaban destinados a los muertos y se grababan en la cara interna de las losas. En alguna de estas se llega a especificar que ni la piedra ni las runas han sido nunca expuestas a la luz del sol. También se escribían palíndronos en algunas tumbas, tal vez con la intención de distraer al posible fantasma que de ella surgiese y que, supuestamente, se pasaría el tiempo intentando descifrar un signo que no tenía ni principio ni fin, al estilo de la ornamentación a base de nudos y seres entrelazados, característica del arte vikingo y también del celta. En este sentido, podría constituir una táctica para despistar al difunto e impedir que molestara a los vivos, o al menos en poner obstáculos a su inquietante deambular por el mundo.
Energías negativas
Complementarias a las runas eran las «ruedas de protección» o conjuros con dibujos y formas simétricas, que podían llevarse sobre la ropa o grabarse en las puertas de las casas. La mayoría de ellas tenían una función protectora, como los verndarrun (un anillo central del que parten cuatro ejes que terminan en sendas horquillas), cuya variante más conocida es el aegishjalmur, que servía tanto para proteger las propiedades como para desviar cualquier infortunio y propiciar la buena suerte. También podía tomar la energía negativa que le llegaba a alguien desde el exterior y devolverla a quien la originó.
Otro símbolo mágico era el thundur, que recogió en su libro Jon Arnason, primer recopilador de leyendas y cuentos populares de Islandia, o el valnott, un triple triángulo que suele identificarse con Odín. A su vez, las runas y códigos rúnicos svart, eran usados con fines necrománticos.
Los templos recibían los nombres de godhaus (casa de dios) y blothaus (casa de sacrificios), aunque también con ellos está relacionada la palabra hof, que posiblemente fuese un salón específico donde celebrar las grandes fiestas en cada región, a las cuales acudían quienes vivían en su entorno. Este término ha permanecido en la toponimia de muchos lugares de la Escandinavia actual.
Donde no había templos, realizaban las ceremonias en espacios sagrados naturales, que se les llamaba vé, y podían ser un lugar determinado de poder en un bosque, habitualmente asociado a un árbol, a un manantial o a una roca a los que se atribuyera alguna cualidad relacionada con las fuerzas intangibles de la naturaleza, que propiciaban el contacto con el ámbito de lo sobrenatural.
En unos versos de la Saga de Hervor se hace referencia al «bosque sagrado» y a una «piedra famosa». Otro término para designar estos territorios de culto era horg, que designaba a unos círculos de piedra con un altar de sacrificios en el centro. Posiblemente en estos lugares, además de las ceremonias habituales, se realizara un ritual llamado utisetor (literalmente, sentarse afuera), que venía a ser una especie de noche de vigilia a la intemperie, seguramente mirando hacia el norte y tras haber trazado un círculo alrededor, con el fin de acceder a visiones del mundo invisible.
En un espacio sagrado (las thing o asambleas lo eran) estaba prohibido el uso de armas y la violación de esta norma era penada con el destierro, que convertía al condenado en un utlaginn o forajido, ya que no podía acogerse a ninguna ley que le protegiera a partir de entonces. Como en la antigua Grecia, entre los vikingos el destierro, que podía ser de tres años o indefinido, era la sentencia más temible que podían dictar los jueces, convirtiendo a la persona juzgada en un individuo aislado, alejado del grupo humano y, por tanto, cercano a la condición de bestia.
Si el condenado no abandonaba la región, cualquiera podía matarle sin incurrir en delito alguno. Sin embargo, como en toda cultura, siempre existen excepciones y, en algunos casos, el estigma constituye la señal que distingue al héroe. Entre los vikingos esta excelencia heroica encarnó en Erik el Rojo, que aprovechó su exilio de tres años para descubrir y colonizar una nueva tierra: Groenlandia.
Los alfar representaban en esta cultura el culto universal a los antepasados ilustres. Se trataba de los ancestros de una familia, cuya alma o parte de ella permanecía en los túmulos o en algún otro lugar de la tierra familiar y velaban por la prosperidad de los descendientes de su sangre. Se les rendía tributo especialmente en las fiestas anteriores al solsticio del invierno –que representa la muerte y resurrección periódica del Sol–, como sucede con nuestra noche de los difuntos.
Los alfar eran entidades masculinas y las disir sus equivalentes femeninas. Sus capacidades protectoras se extendían a toda una tribu o clan, que consideraban a su disir como a la madre ancestral. Esta rasgo es propio de las culturas primitivas anteriores al patriarcado, cuando los seres humanos rendían culto a la Diosa Madre.
La diosa Freya era la jefa de estos espíritus femeninos a las que se celebraba especialmente en el otoño y
en la llamada Noche Madre, dentro de la fiesta de Jol. En algunas sagas se les cita como a un grupo de mujeres, hasta nueve, que a veces se aparecen a alguien antes de su muerte para prevenirlos de una amenaza, o incluso en ocasiones para defenderles de sus enemigos. También se dejaban ver en el momento del nacimiento. Su presencia en estos dos momentos –nacimiento y muerte– se corresponde con el simbolismo del regazo materno y del seno de la Madre Tierra.
Espíritus protectores
Los landvaettir eran los espíritus protectores de una determinada región. Las cabezas de dragones en las proas de los barcos habrían servido para ofenderlos o asustarlos, por lo que, cuando los vikingos iban en son de paz, se cuidaban de quitarlos al aproximarse a la costa. En Islandia, una de las primeras leyes promulgadas por el Althing fue prohibir que llegasen a la isla barcos con la cabeza de dragón en la proa. En Noruega había unos landvaettir, especializados en fiordos y cascadas, denominados fossegrim.
Existe una leyenda acerca del rey Harald «Dienteazul» de Dinamarca, que mandó a un brujo a Islandia con el fin de observar las condiciones de una posible invasión a la isla, pero éste se encontró con que los landvaettir islandeses estaban dispuestos a defender su tierra. Estos espíritus tenían las formas de un dragón, un águila, un toro y un gigante, cada uno en un punto cardinal. El brujo informó de que la invasión sería imposible. Y
estas figuras todavía están representadas en el escudo islandés.
Vida cotidiana
También había espíritus caseros, a veces representados por una piedra, una talla de madera u otro objeto, a los que se les ofrecían regalos para que mantuviesen el bienestar en el hogar que les acogía. En Islandia, los armadr protegían el ganado y las propiedades de la granja. Por otra parte, tanto los carros como los trineos tenían en sus cuatro extremos unas cabezas representando a los espíritus que protegerían a su propietario en las cuatro direcciones de su travesía.
En los bosques suecos habitaban unos seres femeninos llamados skogsra, que se dedicaban a seducir a los cazadores y carboneros. Los manantiales y los ríos estaban habitados por los neks y las havfruen o sirenas, como las Encantadas del folclore español. El lado más simpático lo representaban los vardogls, también llamados thussers, a los que le encantaba la música y el baile, aunque se escondían al notar la presencia humana.
Además de los populares trolls, en Noruega eran célebres los nisser, una especie de duendes que protegían las granjas y hasta llegaban a pelearse con otros seres intrusos. A veces se mostraban muy vengativos con los dueños de la granja por alguna ofensa recibida, mientras que otras, cuando se sentían especialmente agradecidos, peinaban las crines de los caballos
En cambio, las huldre eran hembras que en ocasiones entraban en el mundo de los humanos con el fin de procurarse un hombre sin importarle su estado civil; aún hoy, a las que en otras latitudes se denominan femme fatale, vampiresas, robamaridos o lindezas por el estilo, en Noruega se las sigue llamando huldre.
Un capítulo especial merece la antropología vikinga, que en muchos aspectos también recuerda elementos del antiguo Egipto. Al margen de su forma física (lich), contemplaban el asmegin o poder espiritual de una persona. Ésta también disponía del fetch: espíritu guardián o animal totémico que protegía tanto a un individuo como a toda la familia.
El adem era una manifestación del odr (la parte que entra en contacto con la divinidad), en forma de energía a través del aliento. El orirfyrir estaba considerado como una facultad especial que permitía la sintonización necesaria para la telepatía y la predicción del futuro. La fylgia podría ser una especie de doble espiritual, similar a lo que hoy se llama cuerpo astral o la parte que abandona al durmiente. A veces se cita con este nombre a un ente femenino cuya visión indica la cercana muerte, pero otras tiene la forma de un animal, anunciando con su presencia el próximo nacimiento de un personaje singular.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Evangelio de los vampiros. Génesis. Cap. VIII

"Asi fue la Ruptura entre Aradia y la Tierra"
Aradia y la Tierra eran una sola; Aradia fue el nombre dado por las Criaturas de las Tinieblas; Tierra, por el Creador.
Mas con el nacimiento (de Dissaor) se dividió en dos dimensiones: Tierra, donde habitan los estúpidos, la creación de la luz, los ciclos del día y la noche, amor, odio, verdad y mentira; No-Muertos y Criaturas de la Noche. Y así mismo los ángeles, Demonios y Centinelas; en sus diversas dimensiones.
Más la ruptura fue hecha por el Creador para desterrar al heredero de las tinieblas.
Para librar al mundo de "la influencia del maligno", esto es, de los seiscientos sesenta y seis nombres.
Por esto fue creada así misma la locura. Esta línea conforme el libro de la locura, para que sus mil líneas contenidas sean solo expandidas por el sabio y el loco.
Guarden silencio las Criaturas de la Noche, pues Dissaor habla.
Dissaor fue desterrado, más Aradia forma parte del lado oscuro del tiempo.
Y Dissaor estableció puertas para que Aradia y la tierra se comuniquen.
Y estas puertas fueron incluidas en estos libros, para que las Criaturas de la Noche conozcan a la raza de los Vampiros, y sean ellos, también Vampiros.
He aquí, una de estas llaves debe ser buscada con melancolía; otra, con odio; una más, con la ausencia de sentimientos; y una más, con sangre. Mas estos misterios deberán ser resueltos por cada Criatura.
Pues no basta conocer los misterios y hallar las puertas, hace falta ser un Ocuro para penetrarlas.
De lo contrario serían traspasadas por las criaturas de la luz y los Centinelas.
Guarden silencio Criaturas de la Noche, pues este capitulo es poder.
Al unir los misterios con la forma en la que han de ser buscados, las puertas de Aradia se abrirán.
O las puertas de otras regiones del lado oscuro del tiempo.
O las puertas de los vértices.
Y al traspasar esas puertas, se cierran las puertas de las tinieblas.
Más el que habrá las primeras puertas puede abrir las puertas verdaderas que conducen a las Criaturas de las Tinieblas.
Y hablar con Marduk, Yog-Sothot, Yima, Enlil, Moloch, Baal, y con los seiscientos sesenta y seis nombres de la primera generación, o con las generaciones que los suceden. Y el número de generaciones hasta hoy es de mil seiscientos sesenta y seis.
Pues hay Criaturas de la Noche que estudian los números, y este es el estudio supremo.
He aquí, los números son uno de los lenguajes con que las Criaturas de las Tinieblas conversan entres sí, para no usar los idiomas, dialectos y lenguas que les impuso el Creador.
Y el Creador no es destruido por que el Caos aún debe ser prolongado un tiempo más en la Tierra y en el universo.
Para que lo que se alejó de la oscuridad regrese a ella; para que las estrellas y el amor se extingan para siempre.
Y todo vuelva a ser como en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos oscuros.
El que los busca con sinceridad no será destruido; más el imprudente será condenado a la suz por siempre.
El crepúsculo es el amanecer del Vampiro; el cantar del gallo, su anochecer.
Dissaor nació en el Crepúsculo de la estación nombrada invierno.
Y con él, los seres crepusculares que son enlaces entre este mundo, el siguiente y el que procede.
Contemplaron las horas el desplazarse atrás y adelante, del final al inicio; los seres crepusculares.
Que acompañan a las Criaturas de la Noche en su búsqueda; yacen, mueren y viven al mismo tiempo.
Y al pensar en los seres crepusculares, los Vampiros sonríen con melancolía.
Escuchad, Criaturas de la Noche, a los seres crepusculares, en la hora en que el cielo se tiñe de sangre; escucha en el viento de la nada, lo que la nada quiere decirte; siente en tus poros el frío de la ventisca que quiere penetrarte; y la tierra que bajo tus pies aguarda; la misma tierra que rechazó a Caín te rechaza a ti; mas tú obtén tus frutos de la sangre, cuando comprendas la palabra que te es revelada.
Pues entonces conocerás a Dissaor o a sus descendientes, y serás, tu también, Vampiro.
Mas si Dissaor te hablara, haz a un lado tu afán; haz a un lado tus pensamientos y tu vida; niega todo sentimiento, pues el sentimiento impide la comunión con Dissaor.
He aquí, Criatura de la Noche, los ancestrales te ofrecen su mano, pues su orden es grande.
Aradia es el reino de Dissaor.
Sólo a quienes Dissaor elige traspasan el umbral del lado oscuro del tiempo para entrar en Aradia.
Pues en el inicio hubo quienes entraron sin su consentimiento, y su memoria fue borrada.
Pero tú, Criatura de la Noche, te es licito saber que hay un libro que las Criaturas de las Tinieblas guardan con celo en Aradia.
El libro de la oscuridad.
Te es licito saber que en el libro de la oscuridad están inscritos los nombres de las Criaturas de la Noche junto con sus obras.
Para que su memoria no sea puesta en el olvido.
He aquí, el Creador a dicho a su creación humana que ignore a las Criaturas de la Noche y a sus obras; sean acosadas y perseguidas, destruidas con fuego, temor o indiferencia.
Sean exaltadas las mediocres obras de los estúpidos, y negadas las obras de las Criaturas de la Noche.
Viendo esto, el corazón oscuro de las Criaturas de las Tinieblas se contrajo; no por dolor, si no por orden.
Por lo que dijeron a Dissaor: "Escribe, con los seres crepusculares, los nombres y las obras de las Criaturas de la Noche que habitaron en la tierra; los que viven, los que han de vivir, y los que fueron y son Vampiros, pues ellos también son hijos nuestros".
Y si el mundo de la luz los aparta, nosotros los acercamos.
Llora tu melancolía, Criatura de la Noche, por que las Criaturas de las Tinieblas observan tu paso por la tierra; No por amor, si no por orden.
Mas las páginas del libro, y su ubicación en Aradia, no te es licito saber.
Aquello que no te es revelado aún. Debe seguir en el regazo del conocimiento oscuro.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Evangelio de los vampiros. Génesis. Cap. VII

"Contempló Dissaor la gloría de las tinieblas y la miseria de la luz".
Y dando la espalda a la luz, abrazó a las tinieblas.
No como ser viviente, ni como Criatura de las Tinieblas.
"He aquí", se escuchó en la oscuridad, "un hijo nos es no-nacido".
Y será el primero de la raza de los Vampiros.
Mas no vivé, pues una parte de él no es humana; es un no-muerto, como los primeros seres.
El Vampiro será no-muerto, pero sabido es por nosotros que no todos los no-muertos son Vampiros.
Callad ante el clamor de los no-muertos.
Que fueron adorados por las primeras criaturas humanas que les consagraron monolitos, que los adoraron en sus cavernas y que hablaron en el fuego oscuro.
Conoced que los no-muertos habitan en las regiones más profundas de la nada.
Los Demonios tiemblan ante ellos, y el Creador y sus ángeles callan.
Por eso fueron creados los Centinelas que desde el inicio del tiempo vigilan a los no-muertos.
Y que en los tiempos por venir serán enviados por el Creador para vigilar a los no-muertos y a las Criaturas de la Noche.
Mas las Criaturas de las Tinieblas tienen poder sobre los Centinelas; y este poder se ejerce durante los sueños.
Sueñen, Criaturas de la Noche, donde los Centinelas no podrán dañarlos.
Pero en el estado intermedio pueden ser destruidos por los Centinelas.
Cuando ellos, seres de la luz, pero habitando en la oscuridad, inmovilizan a sus víctimas e intentan raptarlos fuera de sus cuerpos.
A la región donde no nada existe, sino lo que aún existe.
Y los Centinelas fueron creados para que no exista ninguna otra verdad más que la de el Creador, para que la humanidad tema a las tinieblas y busque la luz.
He aquí la tercera traición del Creador.
El temor a la oscuridad.
Pues lo oscuro, dijo el Creador, será maldito, en tanto que roba mi poder originado en la luz; por que yo he dicho: "hágase la luz", y las tinieblas me amenazan; por esto he creado seres de la oscuridad para atacar a los que moran en las sombras; y de éstos los más vulnerables son los Vampiros y las Criaturas de la Noche.
Y los Centinelas han enseñado desde su origen la forma de destruir a los Vampiros y a las Criaturas de la Noche; y con ellos sus obras.
Pues en la tierra del Creador no debe haber más arte que el estéril engendrado en la luz; este es el arte que envilece y corrompe a los estúpidos, pues los esclaviza a su destino inerte.
Mas el arte de la oscuridad podría liberar a los estúpidos, si se apartan de tal esclavitud; pero el arte de la oscuridad no fue hecho para esta razón.
Sino para libertad, en el principio oscuro; y puesto que la luz corrompió el universo, para restablecer el estado original.
Cuando era la oscuridad, las Criaturas de las Tinieblas viajaban fugazmente por los siete vértices del universo, y los miles de ilimitados vértices en expansión constante.
Cuando se restablezca el estado original, las Criaturas de las Tinieblas viajarán junto con los Vampiros, que son no-muertos, con los no-muertos y con las Criaturas de la Noche.
Pues así lo prometió Ubbo Sathla y los trece mil nombres; no por amor, si no por orden.
Para evitarlo, fueron creados los Centinelas.
Y ellos habitan en todos los rincones de la tierra, agua, aire, tierra y fuego oscuro, en el agua del glacial desierto del sur, en las islas sumergidas, vigilando el sueño bajo las aguas, en el espacio exterior, más allá de las estrellas y en el centro del mundo.
Dando además autoridad a algunos humanos estúpidos para constituirse en Centinelas.
Que vigilan las obras y las vidas de las Criaturas de la Noche, para que no difundan la verdad entre ellos, y no estén preparados para los últimos tiempos.
En la que una era de oscuridad llegara a Aradia, y con ella, a la Tierra, aplastando a la luz "por varias eternidades".
Todo esto fue conocido por Dissaor, quién se dirigíó a las Criaturas de las Tinieblas.
Y decidieron seguir manteniendo un tiempo más los secretos de los no-muertos.
Que fueron adorados al principio, y que despertarán en poder al final de los tiempos.
Pero en formas que los Centinelas desconocen.
Este es el octavo misterio, y el primero de Dissaor para las Criaturas de la Noche: La puerta que se abre en el rostro de los Centinelas, espíritus y humanos, para que sean ensordecidos y cegados cuando los de la oscuridad conversen y tengan comercio entre si.
Quien tenga entendimiento, obtendrá la clave de este conocimiento y úselo si es necesario; a menos que su tiempo se haya acercado.
El Creador maldijo a Dissaor al verlo dar la espalda a la luz y abrazar las tinieblas.
Mas las Criaturas de las Tinieblas le explicaron todas las cosas, Y las sombras le servían.
Las puertas de la oscuridad fueron cerradas a los Centinelas, y las fuerzas de la luz no prevalecieron contra ellas.