La historia de Caín se muestra interesante pues está vinculada directamente con el sacrificio, la sangre, la inmortalidad y como si no bastara, con Lilith. Algunos textos hablan sobre Samael disfrazado como serpiente, quien tras haber hecho que el hombre comiera del árbol de la ciencia engendró a Caín con Eva; "de ese modo, contaminó toda la descendencia habida de la posterior unión de Eva y Adán".
"Como el rostro del infante Caín tenía un brillo angelical, Eva supo que Adán no había sido el padre y, en su inocencia exclamó: "¡He adquirido un varón con el favor de Yahveh!"
Otros explican el nombre de Caín diciendo que nada más nacer se puso en pie, salió corriendo y regresó con una espiga de trigo que dio a Eva; entonces ella le llamó Caín que significa "tallo".
También hablan sobre los celos de Samael ante la imagen de Eva y Adán en al acto sexual sin la menor vergüenza. Siendo así, Samael esperó a que Adán yaciera con Eva y se quedase dormido, y en aquel momento tomó su lugar. Eva se entregó a él y concibió a Caín.
"Como el rostro del infante Caín tenía un brillo angelical, Eva supo que Adán no había sido el padre y, en su inocencia exclamó: "¡He adquirido un varón con el favor de Yahveh!"
Otros explican el nombre de Caín diciendo que nada más nacer se puso en pie, salió corriendo y regresó con una espiga de trigo que dio a Eva; entonces ella le llamó Caín que significa "tallo".
Después Eva dio a luz a un segundo hijo, a quien llamó Abel, que quiere decir "soplo" o, según otros, "vanidad" o "pena" previniendo su pronta muerte. Esa revelación la tuvo en un sueño: veía a Caín bebiendo la sangre de Abel y rechazando su apenada súplica de que le dejara unas pocas gotas. Cuando Eva contó a Adán su sueño, el le dijo: "Debemos separar a nuestros hijos". En consecuencia, Caín creció como agricultor y Abel como Pastor; y cada uno vivía en su propia choza."
La famosa escena del fratricidio de Caín y Abel es ampliamente conocida, y mencionada en el Antiguo Testamento.
Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también los primogénitos de sus ovejas, y de su grosura. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; Mas no miró propicio a Caín y a la ofrenda suya. Y ensañóse Caín en gran manera y decayó su semblante.
Las ofrendas que Caín llevaba a Jehová eran de tipo vegetal, mientras que las de Abel eran animales, las cuales al parecer eran mucho más agradables a Dios. Es normal que el sentimiento de Caín haya sido el de envidia acompañado del de superar la ofrenda de Abel. Muchas versiones señalan que Abel fue asesinado por la envidia y celos de Caín, por odio contra un Dios injusto, por contraer nupcias cada uno con la hermana gemela del otro, o finalmente porque ¿qué mejor ofrenda podía recibir Dios sino era a su mejor adorador sacrificado?
"Y mi hermano, querido Abel, me dijo: "Caín, no has traído un sacrificio, un regalo de la primera parte de tu alegría, para quemarlo en la ara de Aquél en lo Alto". Yo lloré lágrimas de amor cuando, con mis útiles puntiagudos, sacrifiqué aquello que era la parte primera de mi alegría, mi hermano. Y la Sangre de Abel cubrió el altar, y olía dulce mientras ardía. Pero mi Padre dijo: "Maldito estás, Caín, quien mataste a tu hermano. Como yo fui expulsado, así lo serás tú". Y Él me exilió a vagar en la oscuridad.
Cabe preguntarse ¿Porqué Dios no castigó con la muerte al asesino de su hijo más noble y querido? La maldición que Jehová dejó caer sobre Caín fue, según el Antiguo Testamento, que la tierra no volvería a dar su fuerza por haber absorbido la sangre de Abel, condenándolo a estar errante y extranjero a donde fuese, marcándolo con una señal en la frente para que aquel que lo encontrara no lo pudiera matar, de lo contrarío sería vengado siete veces. De esta forma Caín fue hacia el oriente del Edén a habitar la tierra de Nod donde conoció a su mujer con quien tuvo descendencia. Dios inflingió a Caín siete castigos peores que la muerte, a saber, un cuerno vergonzoso que crecía de su frente, el grito "¡Fraticida!" que resonaba por valles y montañas, una parálisis que le hacía agitarse como una hoja de álamo, un hambre voraz que nunca se saciaba, la decepción de todos sus deseos, una perpetua falta de sueño y la orden de que ningún hombre debía ofrecerle amistad ni matarle. Habría que preguntarse ¿porqué a Adán y a Eva los maldijo quitándoles la inmortalidad y a Caín defendiéndolo de la muerte? Tras el nacimiento de su primogénito Enoc, Dios permitió a Caín descansar de su vida de vagabundo errante y construir una ciudad llamada Enoc honrando la ocasión.
Finalmente, queda por resolver una duda: ¿Con qué mujer pudo tener descendencia Caín si estaba expulsado de Edén? con Lilith, lo cual no parece tan disparatado puesto que ambos fueron expulsados del Edén escapando así a la muerte pero no con ello a la desgracia eterna. Como se puede ver esta pareja constituye parte importante dentro de la mitología judeocristiana puesto que su función no solamente es la de mostrar el castigo al rebelde, sino también la de la revelación de un orden que refleja la iniquidad de un sistema patriarcal y mitológico que justifica la represión de un género, edad, grupo racial o posición social. Ha llegado la hora de quitarle su marca a Caín y de extraer del exilio a Lilith para hacer una sociedad más completa, que de expresión a todo aquél que decida manifestarse.
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