¿DONDE ESTÁ
EL LEGENDARIO TESORO DE LOS TEMPLARIOS? LA LEYENDA DICE QUE EL REY DE FRANCIA
NO PUDO JAMÁS ENCONTRARLO, ENTONCES... ¿EN QUÉ LUGAR FUE DEPOSITADO POR LOS
CABALLEROS? MUCHOS HAN TRATADO DE HALLARLO DESDE ENTONCES, PERO SU MISTERIOSO
ESCONDITE SIGUE DESAFIANDO A LOS MÁS INTRÉPIDOS BUSCADORES.
Es innegable que los Caballeros del
Temple fueron unos adelantados a su época que crearon lo que hoy en día no
dudaríamos en llamar una gran multinacional. Su habilidad financiera para
levantar tan inmenso imperio económico sigue maravillando en nuestro tiempo.
Debido a sus votos, los templarios eran pobres nominalmente, pero la Orden era
inmensamente rica.
Son significativas, en este aspecto,
las palabras del gran historiador Michelet tras el retorno de los Caballeros
Templarios a Europa al caer San Juan de Acre, el último reducto cristiano de
Tierra Santa: "Llegaron a Francia siendo portadores de un inmenso tesoro,
compuesto de ciento cincuenta mil florines de oro y diez mulos cargados de
plata. ¿Qué se proponían conseguir en tiempos de paz con tantas fuerzas y
riquezas? No existía otro país en el que contasen con mayor número de plazas
fuertes, además se hallaban unidos a casi todas las familias de la nobleza...".
La inquietud de Michelet debió ser
compartida también por Felipe IV de Francia, "el Hermoso". El monarca
debió temer que, al igual que la Orden Teutónica en Alemania, los templarios
vieran con buenos ojos el formar su propio estado independiente en suelo
francés. Viéndose incapaz de someter a los caballeros a su mandato, decidió
acabar con ellos y terminar así con la amenaza política.
Sin embargo, tras el golpe descargado
contra los Templarios, quedó claro que el objetivo principal del rey de Francia
era la inmensa riqueza de la Orden del Temple. El mismo día del arresto, Felipe
IV, que debía a la orden una importante cantidad monetaria, irrumpió en el
Castillo del Temple en París dispuesto a fundir el tesoro de Francia con el del
Temple, que lo triplicaba. De esta forma no solo solventaba la deuda, sino que
conseguía apropiarse de todo.
Pero existe la certeza generalizada de
que el rey no logró confiscar todos los bienes que esperaba, ya que después del
arresto de los templarios continuó expoliando a los banqueros lombardos y
judíos para procurarse algo de dinero. Es indudable que los templarios, que
gozaban de grandes influencias en todas las esferas sociales, estaban al tanto
de la inminente operación en su contra. A un caballero que se retiró de la
Orden en aquella época le dijeron que su decisión era extremadamente sabia, ya
que se avecinaba una catástrofe. Inexplicablemente, los caballeros no se
resistieron cuando fueron apresados.
A pesar de que se realizaron
inventarios en todas las haciendas de la orden en Francia, nunca se encontraron
los archivos de los templarios. También se dice que días antes de la detención,
el Maestre Jacobo de Molay había encargado destruir ejemplares de la Regla del
Temple que contendrían secretos relativos a la Orden. Es por ello que la mayor
parte de las acusaciones, incluso si contenían visos de realidad, nunca
pudieron ser probadas.
No es ilícito pensar que si los
monjes-guerreros pudieron salvaguardar sus archivos secretos, pudieron hacer lo
mismo con gran parte de su tesoro monetario. De hecho, no todos los templarios
fueron capturados a la vez. Un grupo, entre los que se encontraba el tesorero
de la orden, escapó a la redada y fueron detenidos unos días más tarde. Al año
siguiente, en pleno proceso inquisitorial, un templario llamado Juan de Chalon
realizó un sorprendente testimonio, al que hemos aludido en la leyenda
anterior. Según él, algunos dirigentes templarios de Francia huyeron antes del
arresto con cincuenta caballeros y, transportando el tesoro de la preceptoría
de París y los archivos en tres carros al amparo de la noche, tenían la
intención de hacerse a la mar en dieciocho galeras desde el puerto de La
Rochelle con destino desconocido
Nunca se ha podido demostrar este punto, ya que al no haber sido
englobada la armada templaria en las requisas ordenadas por Felipe IV en 1307,
ningún documento queda sobre la utilización de aquella flota. Algunas teorías
apuntan que el destino final podría haber sido Inglaterra o Escocia, lo que
ayuda a enlazar al Temple con la masonería, ya que hemos visto que en tierras
escocesas la Orden no se llegó a disolver (ver leyenda "Templarios y
masones"). Las especulaciones se disparan en este punto. Debemos tener en
cuenta que los dirigentes templarios fueron finalmente capturados, lo que nos
hace pensar que quizás no pudieron sacar el cargamento del país. También es
posible que se tratase de una simple maniobra de distracción, para que el
tesoro no fuese buscado dentro del reino francés. Vista la actitud que tomaron
los templarios ante el proceso que se desató contra ellos, da la impresión de
que los caballeros esperaban salir airosos del envite. En ese caso, hubiese
sido mucho más lógico ocultar los bienes de la Orden en un escondrijo cercano a
la espera de que todo acabase y poder recuperarlos. Esta es una hipótesis que
cobra fuerza con enigmáticos descubrimientos en el suelo francés y que cuenta
con aguerridos defensores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario