nació en Transilvania, (Rumania) (1428-1476). Hijo
de Vlad Dracul (caballero de la orden del dragón - 1431) y nieto de Mircea el
Grande, soberano de Valaquia (1368-1418). Para algunos fue un heroico defensor
de los intereses e independencia de su país y del cristianismo, mientras que
para otros se trataba de un caso patológico, el de alguien que torturaba,
atormentaba y por supuesto mataba para divertirse, por puro placer.
Fue uno de
los tres hijos legítimos de Vlad "El Diablo", príncipe de Valaquia
(antiguo pri
ncipado danubiano, que formo con Moldavia el reino de Rumania). Hoy
en día, constituye dos regiones geográficas bien definidas: la Mutenia, situada
al este del río Olt, y la Oltenia, al oeste. El viejo Vlad se gana por méritos
propios el apodo de "Dracul" (El Diablo) por su afamada crueldad y
sangre fría y que posteriormente heredaría su predecesor. No se conoce con
exactitud la fecha y lugar de nacimiento, pero se estima que vio el mundo por
primera vez allá por 1428 en la ciudad de Sighisoara (Transilvania, situada en
la región de Brashov, y fundada en 1280). Su padre residía allí en una mansión
que hoy todavía se conserva (Bran Castle). Ha pasado a la historia por su apodo
Drácula (proviene de "Draculea". La terminación "ulea" en
rumano quiere decir "hijo de", lo que podría traducirse como "El
hijo del Diablo").
Reinó como príncipe de Valaquia en 1448; de 1456 a
1462, y finalmente en 1476, año de su muerte.
El pueblo le puso como apodo también
"Tepes" (Empalador) ya que esta era la pena capital a la que más era
aficionado y que aplicaba con mas prodigalidad, aunque esta última expresión,
hasta mediados del siglo XVI no aparecería en ningún documento. En aquellos
tiempos, el trono de Valaquia estaba amenazado desde el exterior por los turcos
y húngaros, y en el interior por los nobles ávidos de poder que luchaban entre
ellos con un salvajismo y ferocidad mas que bestial. La trágica muerte de su
padre, que fue ejecutado por Iancu de Hunedoara en 1447, obligó al joven Vlad a
ponerse al lado de los turcos, adversarios de Iancu, con cuya ayuda accedió al
trono de Valaquia en septiembre de 1448, y aunque el príncipe Vladislav II,
pretendiente al trono, y apoyado por los húngaros y la población de origen
alemán, fue derrotado en Kossovo (al norte de la actual Macedonia junto al río
del mismo nombre) éste sólo consiguió conservar el trono unas pocas semanas. La
vida y gracia de Vlad se conoce muy poco hasta el año 1456. Durante estos años,
Vlad fue separándose de los turcos y estrechando las relaciones con su enemigo
Iancu de Hunedoara, lo que sí era moralmente recusable, era sin embargo muy
práctico. No era nada extraño durante esa época el hecho de cambiar las ideas y
conveniencias políticas de una manera un tanto extraña y del todo inesperada,
solo hay que echar un vistazo a la historia de los grandes y diversos reinos de
la Europa Occidental. Este repentino viraje político se manifestaba solo en una
cosa: el deseo para Vlad de volver a reinar en Valaquia.
Seguía atentamente las crecientes desavenencias
entre Vladislav y Iancu hasta que el 23 de Abril de 1452, Iancu iniciaba la
guerra, arrebatando a su rival las ciudades y propiedades que poseía en
Transilvania, circunstancia que aprovecho Vlad para ofrecerse al vencedor como
pretendiente al gobierno de estas, solicitando su ayuda y prometiéndole una
"fidelidad inquebrantable". Pero, el 6 de Abril de 1545, Vladislav,
negado y resignado al hecho de ser derrotado, irrumpía en Transilvania
arrasando, matando, quemando y saqueando. Draculea, deseando conservar su
trono, solicitó y obtuvo el mando de un pequeño ejército aprovechando la
intervención en la guerra del monarca húngaro Ladislao V de Habsburgo,
Archiduque de Austria y Rey de Bohemia, que veía amenazados sus intereses en la
región. La pugna le fue favorable, logrando apresar a Vladislav al que hizo
decapitar en la ciudad de Tirgusor (cerca de Tirgovisthe, la antigua capital de
Valaquia). El 3 de Julio, fue una fecha importante para Vlad puesto que
volvería a reinar y garantizaría a sus súbditos la protección contra los turcos
y el libre comercio allende de las montañas de Valaquia, a cambio de que estos
le prestaran ayuda en caso de guerra. El hecho de que el nuevo príncipe obraba
con "demasiada independencia" dio la voz de alarma a los húngaros y
alemanes los cuales fueron modificando su actitud, llegando a solicitar el 14
de Febrero de 1457 a sus súbditos que apoyaran a otros pretendientes. No
tardaron en iniciarse una serie de alianzas e intrigas, acompañadas (como podía
esperarse) de lealtades y traiciones.
En el año 1459, Draculea ordenó empalar a algunos
rebeldes destacados y arrojar al fuego a otros, siendo este el macabro y
tortuoso inicio de su carrera de crueldades. Favorecido por la suerte, logro
atrapar al más peligroso de sus adversarios, Dan Voeivod en la primavera de
1460, al que obligo a cavar su propia tumba y asistir a sus funerales antes de
hacerlo decapitar. El 24 de Agosto redujo a los últimos rebeldes; hizo empalar
a algunos pero curiosamente se mostró excesivamente generoso con otros.
Consolidado su trono, "El Empalador" se alzó contra los turcos a los
cuales no les pagaba los tributos que estos exigían desde hace tres años. El
sultán Muhammad II, el conquistador de Constantinopla, conociendo el temple de
su enemigo y el coraje y bravura de sus guerreros, prefirió utilizar la cabeza
antes que la fuerza. Le envió como mensajero al colaboracionista griego
Catavolinos, citándole en Giurgiu (fortaleza y puerto danubiano, no lejos de
Bucarest) para solucionar un "pequeño problema fronterizo", apostando
cerca de la población un destacamento de tropas escogidas al mando de Hamza
Beg. Vlad fingió caer en la trampa, (ya se había olido que dicha citación no era
normal y menos tratándose de un asunto aparentemente de tan poca importancia) e
incluso se presento con parte de los tributos pendientes y algunos presentes
para el Sultán pero a su vez traía consigo un fuerte contingente de caballería
que derroto a los turcos (puesto que estos eran muy inferiores en número) tras
apoderarse del lugar, haciendo prisioneros además al griego y al general
otomano, los cuales junto con el resto de los apresados fueron conducidos a
Tirgovisthe, capital de Valaquia, y posteriormente empalados. Animado por el
éxito, Vlad se pasó a la orilla derecha del Danubio, incendiando y saqueando
tras derrotar a las tropas turcas.
El 11 de Enero de 1462, en una carta que estaba
dirigida al nuevo soberano húngaro Matías Corvino, daba cuenta de haber acabado
con más de 24.000 enemigos habiendo hecho amontonar sus cabezas y contarlas,
con la excepción de los que murieron en los incendios de sus casas.
Consecuencia de estas incursiones, estaban tan desmoralizados que muchos de
ellos prefirieron abandonar Estambul ante el temor de que este pudiera
apoderarse de la ciudad, conquistada hace pocos años y en la que aún quedaban
gentes que recordando el espléndido periodo bizantino, no hubieran dudado en
levantarse contra sus dominadores.
Enfurecido, Muhammad II dispuso de un gran ejercito
de unos 250.000 hombres y una flota dispuesta a remontar el Danubio. Vlad no
podía oponer más de 10.000 hombres y recurrir a tácticas como la guerrilla y la
"tierra quemada" (primavera / verano de 1462). Tras sufrir muchas
bajas, haberse declarado una importante epidemia de peste y no poder apoderarse
la flota turca de la ciudadela de Kilia (al sur de Moldavia), el Sultán ordena
la retirada de sus tropas y una vez en Estambul valiéndose de su genio y
astucia, le opuso a uno de sus propios hermanos, Randu "el Hermoso"
que se había pasado al bando otomano, arrastrando algunos de los principales
boyardos. Finalmente, tras una serie de intrigas (falsificación de documentos
incluida) muy de la época y del lugar, Muhammad logra que el Rey ordenara el
arresto de Vlad que fue encerrado durante doce años, primero en Visegrado
(cerca de Sarajevo, a orillas del Drina) y posteriormente en las inmediaciones
de Budapest, donde recibía un trato especial, es decir, era tratado con mayores
consideraciones. Mientras tanto, entre 1462 y 1475, Randu, hombre débil y
carente de personalidad, se sentó en el trono de Valaquia casi como un títere
de los turcos.
Las circunstancias que permitieron a Vlad, librarse
de la prisión no están muy claras, pero es sabido que tomo parte en la batalla
de Vaslui (en la región de Jashi, Moldavia), el 10 de Enero de 1475, formando
parte del contingente enviado por el Rey de Hungría al príncipe transilvano
Esteban Báthory contra los turcos. Lo curioso y por otro lado cierto, es que
Draculea volvía a ocupar su trono el 11 de Noviembre de 1476. Semanas mas
tarde, los turcos le sorprendieron desprevenido con una escolta de sólo 200
hombres (de los cuales sólo sobrevivieron 10 para contarlo) y le dieron muerte.
La cabeza de Vlad fue enviada a Estambul y exhibida públicamente. Le sucedió su
hermano Randu, pero siempre supeditado a la "Sublime Puerta", que
reino hasta Septiembre de 1500.
Anécdotas
Tras la muerte de Drácula aparecen multitud de panfletos en Rusia y Alemania
contando anécdotas del personaje. Mientras que en Alemania se remarca su
crueldad, en Rusia se le ve más bien como alguien que tiene que actuar así para
defender a su pueblo. Las coincidencias entre unos y otros han dejado bastante
claro a historiadores que, al menos, a grandes rasgos estas historias han de
ser verdaderas. La tradición oral ha hecho llegar hasta nuestros días también
muchas leyendas y anécdotas de Drácula contadas por los propios rumanos. A
continuación semuestran nueve de las anécdotas más repetidas.
1 - La copa de oro: Cualquier ladrón que fuese
capturado por Drácula sería empalado. Para demostrar la seguridad que había en
la ciudad, Drácula colocó una copa de oro al alcance de todos en la plaza
central de la ciudad de forma que todos podían utilizarla para beber pero
ninguno debía intentar robarla. Y así fue, la copa nunca fue robada.
2 - El mercader extranjero: Un mercader extranjero
descubrió que durante la noche le habían robado 160 ducados de su carro. Cuando
se lo contó a Drácula, este amenazó con destruir la ciudad si no aparecía el
ladrón. Una vez este fue capturado fue mandado empalar y Drácula mandó
depositar 160 ducados en el carro más una moneda extra. Afortunadamente, el
mercader se dio cuenta de que había dinero de más y se lo dijo a Drácula, este
le explicó entonces que era una prueba de honestidad y de no haberlo hecho
hubiese sido empalado también.
3 - Los dos monjes: Dos monjes fueron al castillo de
Drácula. Cuando este les preguntó qué les parecían los empalamientos, uno de
ellos respondió que hacía muy bien en hacerlos pues era una misión divina
castigar el crimen, mientras que el otro lo condenó. Uno de los monjes fue
empalado y el otro fue recompensado. Según la versión tradicional rumana y la
rusa premió al honesto y empaló al que lo alabó. Sin embargo, los panfletos
alemanes invierten el destino de los monjes.
4 - El noble polaco: Un noble polaco al servicio del
rey de Hungría visitó Tirgoviste en 1458. Drácula lo invitó a cenar y, de
repente, ordenó colocar una lanza preparada justo frente a él. Cuando le
preguntó que qué pensaba de aquello, este respondió que creía que era porque
alguien había ofendido al príncipe y Drácula trataba de honrarlo. Drácula le
dijo que así era, que se trataba de honrar al invitado polaco, cosa que hizo
dándole multitud de regalos, y que de haber respondido otra cosa lo hubiera
mandado empalar.
5 - Los embajadores extranjeros: Con varias
versiones en las que cambia el origen de los emisarios y el tipo de sombrero
que llevan, en esta historia unos embajadores de oriente se presentan ante
Drácula. Al llevar turbante no descubren sus cabezas ante el príncipe, lo cual
está considerado como una falta de respeto. Ante las excusas que estos dan de
que no pueden descubrir la cabeza, Drácula decide clavarles las manos a la
frente para que no puedan quitarse el turbante nunca más y, por tanto, no
corran peligro de que su cabeza quede al descubierto.
6 - La amante de Drácula: Este individuo que
empalaba o despellejaba vivas a las mujeres que faltaban a la castidad tenía
una amante en una casa de Tirgoviste. Esta mujer trataba de animarlo siempre y
una vez que lo vio bastante deprimido pensó en alegrarlo diciendo que iba a
tener un hijo suyo. A Drácula esto le sentó tan mal que amenazó con matarla si
era una broma. Sabiendo ella que sus amenazas eran más que ciertas prefirió
seguir con la farsa hasta que Drácula envió a unas matronas a comprobar la
verdad de su embarazo. Al descubrir que era falso él mismo se presentó en la
alcoba de la mujer y mientras estaba acostada la abrió en canal con un cuchillo
desde la ingle hasta los pechos. Drácula la dejó morir en agonía no sin antes
proclamar su deseo de que el mundo viera dónde había estado.
7 - La mujer holgazana: Drácula se encontró con un
hombre trabajando en el campo que parecía falto de mujer por el aspecto de sus
ropas. Al preguntarle si no estaba casado este le dijo que sí. Drácula hizo
traer a la mujer y le preguntó qué hacía en sus días, y esta le dijo que lavar,
hacer el pan y coser. Señalando a las ropas de su marido, Drácula no la creyó y
decidió empalarla a pesar de que el marido afirmaba estar satisfecho con ella.
Luego obligó a otra mujer a casarse con este hombre no sin antes amenazarla con
el mismo destino si no cuidaba bien del campesino.
8 - El noble con agudo sentido del olfato: El día de
san Bartolomé de 1459 en que Drácula empaló a 30000 hombres, Drácula celebró
una fiesta para celebrarlo. Cuando vio que uno de los nobles se tapaba la nariz
en la comida porque no soportaba el hedor de los muertos, Drácula mandó
empalarlo en un palo más alto que a los demás para que el aire le fuera más
limpio. En otra versión es un embajador extranjero el que le pregunta a Drácula
por qué anda entre tanta peste de muertos en descomposición. Cuando Drácula le
pregunta que qué le importa a él el embajador, para quedar bien, le dice que es
porque se preocupa por la salud del príncipe. De igual modo, Drácula lo empala
más alto que a nadie para que no tenga que notar los olores.
9 - La quema de pobres y enfermos: Dándose cuenta de
que el número de pobres y enfermos aumentaba considerablemente en Valaquia,
Drácula decidió invitarlos a todos a un gran festín para demostrar que en su
reino no habrían pobres. Cuando estaban en medio del gran banquete, Drácula se
presentó y les preguntó si querían vivir sin preocuparse ni faltarles nada.
Cuando le respondieron que sí prendió fuego a la sala del banquete de tal modo
que ni uno solo pudo escapar. Cuando le preguntaban, Drácula justificó esta
acción como una forma de librar a los demás de tener que cargar con ellos. De
este modo, según él, dejaban de haber pobres en su reino. Hoy día esta anécdota
esta considerada por muchos rumanos como diferente. Según ellos los invitados
al festín eran bandidos de la zona, no pobres y enfermos.
10 – La fiesta de pascua: Llegada la época de
pascua, vlad tepes deseaba compañía durante las fiestas. E invitó a la asamblea
de los nobles boyardos de valaquia a compartir con él las celebraciones. Éstos
aceptaron la invitación a un suntuoso banquete, y en pleno festejo, vlad
propuso y dio comienzo a un juego de adivinanzas. Preguntó a los ingenuos
boyardos cuántos príncipes de valaquia recordaban. Los mas viejos consiguieron
recordar unos treinta nombres. Otros veinte, y los mas jóvenes sólo pudieron
mencionar ocho. A continuación vlad formuló otra pregunta, y en esta ocasión
preguntó si no les parecian demasiados príncipes: pero la respuestas a este
interrogante la contestó el propio drácula; “ es por culpa de vuestra infamia,
que lo contamina todo”. Acto seguido suspendió la fiesta y su guardia
personal se presentó en el lugar. Unos
500 boyardos fueron empalados y ejecutados, y según otras fuentes sólo los
viejos y las mujeres fueron ejecutados, mientras que los jóvenes fueron condenados
a construir con sus manos el castillos de Arghes, muriendo durante la
construcción de la fortaleza.
11 – Los gitanos: Un grupo especialmente perseguido
y aterrorizado por vlad tepes eran los gitanos. En cierta ocasión llegaron a
sus oídos las súplicas de los gitanos, que pedían que los castigos no fueran
tan crueles, pero los ignoró por completo, acosándoles y acusándoles de ser un
pueblo de maleantes improductivos. Un día vlad tepes ordenó detener a tres de
los líderes gitanos mas destacados y los mandó asar para que fuesen devotados
por sus compañeros, incluso llegó a animarles
que si no servían para nada se devorasen los unos a los otros o se
alistasen en su ejercito. Evidentemente los gitanos optaron por alistarse, y
vlad tepes les proporcionó armas y armaduras para enfrentarse a los turcos.
12 – El predicador: En otra ocasión drácula se
encontró con un predicador que afirmaba que los bienes obtenidos injustamente
no prosperaban, refiriéndose a drácula. Tomaba como ejemplo las sagradas
escrituras comparándolos con las tierras que drácula había expropiado a los
boyardos valacos. Drácula le invitó a comer y durante el transcurso de la
comida drácula desmigajó un trozo de pan sobre la sopa del predicador y al
terminar lo acusó de no ser fiel a sus creencias, ya que había comido el pan de
drácula para su provecho. Esta falsa acusación le permitió ejecutar con el castigo del empalamiento al
predicador.
13 – Contra la inmoralidad: Los castigos por delitos
sexuales consistían en la mutilación parcial o total de los órganos sexuales.
Era especialmente severo con las jóvenes que perdían su virginidad y con las
viudas carentes de pudor, aunque también eran castigadas sin miramientos las
mujeres que mantenían relaciones sexuales fuera del matrimonio, siendo estas
últimas castigadas con la muerte.
14 – El prior franciscano: Un prior miembro de un
convento de franciscanos tuvo la osadía de dirigir un sermón a drácula por
acabar con una familia de boyardos, asesinando incluso a niños recién nacidos.
En su contestación drácula le dijo que no podía quedarse a medio camino, que
debía cortar de cuajo la raíz de la mala hierba para que no volviese a crecer,
ya que creía que si dejaba a los niños con vida, éstos crecerían para vengarse
de la muerte de sus padres. Terminada la conversación el prior fue empalado,
pero como el atrevimiento había sido fruto de su raciocinio, le atravesaron la
cabeza con una estaca.
15 – Los embajadores sajones: Vlad el monje, el
hermanastro de drácula, había reclamado el trono de valaquia, siendo apoyado en
sus pretensiones pro los ciudadanos sajones de la ciudad transilvana de
kronstadt (brasov), que esperaban recuperar los privilegios comerciales que
habían perdido durante el gobierno de drácula. Drácula declaró la guerra a los
sajones de transilvania. Arrasando aldeas y ciudades y llevó su fama de
crueldad al terreno de la política. En un momento dado de la guerra los
ciudadanos de kronstadt enviaron una embajada de 55 representantes para que
pusiera fin a las hostilidades. Los enviados fueron recibidos excelentemente a
su llegada por drácula, y alojados en lujosos aposentos. Pero al amanecer los
enviados pudieron contemplar que frente a sus alojamientos se habían alzado 55
estacas. Drácula pidió disculpas a los integrantes de la embajada, y aunque no
claudicaron en sus peticiones, tampoco presionaron a drácula, decidiendo
finalmente regresar a transilvania.
Mito del vampiro
Hoy día está más que claro que Vlad Tepes no fue un
vampiro ni bebía sangre ni se convertía en murciélago ni ninguna de esas cosas.
Su relación con estos no es más que la de ser un ser auténticamente malvado y
cruel, aunque esto tampoco está muy claro. A pesar de todo, existen algunas
otras similitudes:
el significado de Drácula (hijo del Diablo) o su
decapitación, pero no lo bastante importantes. Vlad Tepes está considerado como
un héroe nacional en Rumanía por su resistencia a las invasiones turcas, algo
así como el Cid en España. Quizá Bram Stoker, el escritor de Drácula, eligió al
personaje por ser un individuo realmente malvado que vivía en una zona donde el
mito del vampiro estaba muy arraigado.
A finales del siglo XVII hay toda una epidemia de
vampirismo que comienza en Europa del Este y se traslada desde los Balcanes a
países como Alemania, Francia, España, Italia e Inglaterra. Personas que viajan
al este vuelven contando historias de vampiros y el tema va adquiriendo un
interés en filósofos y escritores. Por su crueldad y su localización, Drácula
era un perfecto candidato para el vampirismo. Para los rumanos, el hombre que
protegió a Rumanía de las invasiones turcas y que la libró de la dominación
húngara. No en vano, Bram Stoker es un personaje profundamente odiado en
Rumanía. Sin embargo, tampoco hay que negar que la leyenda de Drácula y de los
vampiros atrae hoy día a muchos turistas a estas tierras a visitar lugares como
el Castillo de Bran (llamado de Drácula aunque ni siquiera está muy claro si
llegó a estar allí unos días).
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