El toro de Fálaris
Fálaris (siglo VI a. de C.) fue
Tirano de Agrigento durante el 570 a. de C. y 555 a. de C. Ascendió al poder
con el apoyo popular, gobernando sanguinariamente. Extendió los dominios de
Agrigento y combatió en Himera a los cartaginenses. Tan macabro personaje ideó
un método de eliminación de opositores a su tiranía, que más tarde fue adoptado
por la Inquisición durante los siglos XVI al XVIII.
Este método, era conocido como el
toro de Fálaris; y consistía en meter a los herejes dentro de una esfinge de
bronce o hierro con forma de toro, quemándolos vivos. Esto divertía
especialmente a los espectadores, ya que los alaridos de las víctimas se podían
escuchar a través de la boca del toro, asemejándose a los mugidos de dicho
animal.
El fustigamiento.
La fustigación, que consistía en
azotar a la víctima con una fusta o vara, era un castigo extendido en la
mayoría de los ejércitos, desde la Antigüedad hasta la Revolución francesa. Se
aplicaba en caso de las penas consideradas graves, como podía ser la deserción
o el robo; aunque si tenemos en cuenta que la deserción se podía pagar con la
vida, este castigo, era muy bien recibido.
La flagelación.
La flagelación es un castigo
consistente en azotar a una persona. Los concilios cristianos de Agde en el 506
y Mâcon en el 582 adoptaron la flagelación como castigo y posteriormente la
aplicaron diversas reglas monásticas como penitencia. Este método se adaptó
también como medio de tortura, utilizado para conseguir cualquier tipo de
confesión. A veces, las heridas provocadas por los látigos y flagelos, eran
tratadas con sal o vinagre, que por un lado servían para desinfectar y evitar
que el reo muriera; y a la par, le proporcionaban un dolor tremendo que servía
de doble castigo.
El borceguí.
El borceguí era el tipo de
calzado más popular del siglo XV, cubría el tobillo y era abierto por su parte
delantera y se ataba con correas o cordones. Pues bien, en este período se
popularizó un método de tortura que se denominó con el nombre del calzado,
puesto que consistía en apretar el tobillo de la víctima por medio de varias
maderas enlazadas por unas correas o gatos de hierro, para administrar presión,
hasta quebrantar los huesos.
La horca.
La horca, instrumento de muerte
que todos conocemos, formado por una barra horizontal, sostenida sobre dos
barras verticales, de la que pende una soga con un lazo en la que eran colgados
los condenados a esta pena. En la Edad Media era la pena que los señores
feudales reservaban a sus vasallos plebeyos, de ahí, que el ser ahorcado fuera
la manera más vil de morir. En España, las Cortes de Cádiz de 1812 la
abolieron, siendo ratificada en 1828 por Fernando VII; aunque no nos engañemos,
puesto que este método de muerte fue sustituido por el de garrote vil
desde1832.
La crucifixión.
Consiste en fijar o clavar al reo
en una cruz. Generalmente la víctima moría por inanición, aunque sufría las
inclemencias del tiempo al encontrarse a la intemperie, además de estar
expuesto a los escarnios del pueblo, que ocasionalmente podía apedrearlo. Este
método de muerte fue muy utilizado en época romana y en principio era la pena
para sancionar a ladrones reincidentes, violadores... Desde la crucifixión de
Cristo comenzó a ser la pena para castigar a los cristianos, pero cayó en
desuso al igual que caía el Imperio Romano. Esto se debió sin duda alguna, al
triunfo del Cristianismo, comenzando a considerarse una herejía el uso de la
crucifixión como método de muerte.
La picana eléctrica.
La picana eléctrica es un
instrumento de tortura utilizado en algunos momentos históricos por la policía
y el ejército en Argentina y en algunos países de Sudamérica. Se cree que fue
Polo Lugones (hijo del poeta Leopoldo Lugones), jefe de policía durante la
dictadura de José Félix Uriburu, quien la introdujo como método de tortura.
La picana da golpes de corriente
o descargas sostenidas en contacto con el cuerpo y sus efectos en las partes
más delicadas (genitales, dientes, pezones, etc.) son devastadores, por lo cual
los represores suelen aplicarlas en esos lugares.
Ampliamente utilizada por los
grupos de tareas del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, la
dictadura militar que gobernó la Argentina durante buena parte de las décadas
de 1970 y 1980, los testimonios acerca de su utilización y efectos físicos y
psicológicos están ampliamente recogidos en el informe Nunca mas.
La bota malaya.
La bota malaya es un instrumento con forma de bota de madera que posee
un mecanismo de prensado a base de palancas, que funciona de la siguiente
forma: las piernas del acusado son colocadas entre dos tablones de madera y
atadas con cuerdas, con lo cual forman el mecanismo. Al girar la palanca, la
bota se va comprimiendo, aplastando el pie de la victima. El resultado final
son los huesos del pie rotos y dolores insoportables que muchas veces acarreaban la muerte.
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