"Aconteció que los ángeles descubrieron su oscuridad interna mientras viajaban por las regiones etéreas".
Teniendo ya grandes riquezas y honores, ángeles y arcángeles negaron su sabiduría y se aceptaron como seres de luz pura.
Todos menos uno, el nombre de éste era Luzbel, arcángel gobernante de muchas legiones, músico en las regiones celestes.
Viendo Luzbel que estaba formado por oscuridad quiso negociar con los hijos de las Tinieblas.
Pero sabía que tales negociaciones estaban prohibidas por el Creador.
Por eso fue ante el Creador y cuestionó su prohibición.
Y el Creador lo maldijo con estas palabras:
"Tú, mi querubín protector, has sido hallado culpable de traicion, sea pues la guerra entre tu y yo".
Así, la guerra fue hecha en el cielo.
Habló el Creador a sus miríadas de ángeles, querubines, serafines y arcángeles.
Mandándoles desterrar a Luzbel y a los ángeles que, con él, no habían negado su sabiduría.
"He aquí", les dijo, "he construido una dimensión ajena a las Criaturas de las Tinieblas, para que Luzbel y sus legiones permanezcan por siempre en dolor y tormento, en el lago de fuego que no tiene fin, donde arderá asimismo el género humano que estoy por crear, donde serán atormentados todos aquellos que vomitaré de mi presencia y donde al final de los tiempos arderá la Bestia, el falso Profeta y las Criaturas de las Tinieblas;
Por que yo soy el Creador, y he escrito lo que acontecerá en el futuro, en las siete dimensiones, hasta el día en que, cansado, habré de morir destruyendo al Universo".
Y por esto fue exaltado por ángeles, arcángeles, querubines y serafines.
Más el Creador contempló el futuro, y vio que volvería a quedarse solo.
Y pensó en la humanidad, a la que haría a su imagen y semejanza, con toda su crueldad, capricho y con todo su amor.
Mas el amor fue perverso desde su origen, pues formaba parte de la luz.
Fue el amor el que llevó al Creador a negar su oscuridad.
Fue el amor el que venció a Luzbel y sus ángeles en la batalla del cielo.
Un lamento cruzó las puertas de las siete dimensiones, despertando a las Criaturas de las Tinieblas que dormían tras haber sido nombradas a sí mismas, tras haber atestiguado la creación de los Ángeles.
El lamento de Luzbel en su caída.
Estos fueron los acontecimientos de la guerra en el cielo; mas para quién tenga entendimiento es posible experimentarlos en este momento.
Tal es el cuarto misterio, la puerta a la guerra del cielo.
Dijo entonces el Creador a Luzbel:
" Seas precipitado en este lago de fuego por el resto de tus intocables días; seas odiado por los seres humanos que estoy por crear; seas odiado por las Criaturas de las Tinieblas, a las que ordenar,e odiarte o serán destruidas".
Pero las Criaturas de las Tinieblas se volvieron hacia Luzbel, dando la espalda al Creador.
Y el Creador dijo: "Hágase la destrucción".
Mas las eras han pasado, y la destrucción no ha llegado para las Criaturas de las Tinieblas.
Entonces sentenció el Creador: "Aliadas sean, criaturas, a Luzbel, sea el nuevo nombre de éste Satán, que significa el adversario; sea el infierno morada de los seres oscuros, y de los ángeles que aceptaron la sabiduría, pues yo soy el único, el privilegiado, el digno de todo honor, toda gloría y toda sabiduría;
Malditos sean los seres ajenos a mí, incluyendo al género humano, al que estoy por crear".
Y esta fue la respuesta de Satán y de las Criaturas de las Tinieblas:
Mas la respuesta es un misterio que aún no puede ser revelado.
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