Lilith si tuvo descendencia, para ser más exacto, tuvo seis preciosas hijas
a las que amó y cuidó asta los últimos días de su vida. Alouqua, así es su
nombre, fue la primera en nacer pasando así a ser la primogénita de Lilith.
Esta vampiresa es una verdadera experta en el arte amatorio, operación que
normalmente lleva hasta las últimas consecuencias, transformándose en
el icono por excelencia de los placeres prohibidos. Dándole el
sobrenombre de Diosa de los Íncubos y Súcubos.
Pero al contrario que los Íncubos y los Súcubos, Alouqua no se demora
más de una noche en sus víctimas, ni prolonga innecesariamente el rito sexual.
Su capacidad amatoria es tan descomunal que sus amantes no resisten más de una
sesión antes de perder definitivamente la cordura. Un encuentro amoroso con
Alouqua deriva siempre en la locura y, posteriormente, en el
suicidio. Esto se debe a una lógica perfectamente comprensible, hacer el
amor con esta vampiresa es el punto máximo del placer sensual. Después de ello
sólo quedan dos alternativas: el ascetismo carnal o la muerte. Para felicidad
de Alouqua muchos elegían la segunda opción por ser la más fácil.
Alouqua fue el fruto de un amor prohibido. Cuando Lilith huyó de las
garras de Adán vagó por el mundo sola y sin más compañía que ella misma.
Abaddon, el destructor rey de los demonios del infierno la acogió en
su seno, enseñándole el don de las oscuridad y todas las ventajas de
pertenecer a la cara oculta de la tierra. Este demonio piadoso pasó a ser padre
de Lilith y posteriormente de una de las hijas de ella. Alouqua nació en
el mismísimo infierno, heredando lo mejor de cada progenitor, la
belleza de su madre y el poder devastador de su padre. Una mezcla un
tanto explosiva para una criatura tan pequeña en los brazos de la diosa.
Abaddon, las abandonó cuando la pequeña Alou, cumplió los diez años. Un grupo
de humanos irrumpieron en las entrañas de la morada de Abaddon con la única
intención de aniquilar a aquella familia tan poderosa. Lilith y Alouqua consiguieron
escapar pero Abaddon no corrió la misma suerte pues, con la intención de salvar
a lo que más amaba, se dejó capturar y posteriormente mutilar. Rota en su
interior Lilith juró no amar nunca más y la pequeña niña, horrorizada por la
maldad humana decidió vengarse de aquellos que en su día le arrebataron a su
padre.
Posteriormete Lilith fue la esposa de Asmodeo, también llamado Samael o
Lucifer.
El mundo cambia y Alouqua creció, enamorándose de Aym, un
gran duque del infierno que comanda veintiséis legiones de demonios, el
cual ayudó a escapar a su madre y a ella misma cuando la desdicha se
apoderó de sus vidas. De este amor nació Nadine, transformándose
esta, en la primera nieta de Lilith.
No hay comentarios:
Publicar un comentario