viernes, 3 de octubre de 2014

Vegtamskviða.

Vegtamskviða, los sueños de Baldr o el cantar de Vegtam
Este poema no se recoge en el Codex Regius y está basado, con toda probabilidad, en La Profecía de la Vidente, de la cual recoge modificadas algunas estrofas. También se le conoce como "Cantar de Vegtam (familiar de los caminos)".

1 Reunidos estaban Ases y Asinias,
todos hablaban; discutían los dioses, las nobles potencias, por qué tuvo Baldr
aquellos sueños de tan gran horror.
2 Alzóse Odín, padre de los dioses
a lomos de Sleipnir coloca la silla:
cabalga hasta el Niflhel, encuentra allí un perro
saliendo del reino de la horrible Hel.
3 Su pecho estaba rojo de sangre,
aulló largo rato al gran hechicero;
sigue Odín la marcha, la tierra retumba,
y llega después a casa de Hel.
4 Odín cabalga a las puertas de oriente,
donde, él lo sabía, enterraron la völva;
usó sortilegios, recitó conjuros,
obligó a la muerta que habló cual cadáver:
5 «¿Cual de los hombres, al que no conozco,
ha venido a agobiar mi amargo viaje?
Me cubría la ventisca, me azotaba la lluvia,
me helaba la escarcha; muerta he estado.»
6 «Vegtham me llamo, y mi padre es Veltham,
háblame ahora, yo lo hago en la tierra,
¿De quién es el banco lleno todo de joyas,
de quién el asiento cubierto de oro?»
7 «Listo está para Baldr ya el hidromiel,
la clara bebida, bajo un escudo;
ansiosos esperan todos los dioses;
obligada he hablado, ahora he de callar.»
8 «¡No calles, völva! Quiero aún preguntar,
hasta que todo se llegue a saber:
¿quién a Baldr un día matará,
y al hijo de Odín la vida ha de robar?»
9 «Hödr lanzará al muy noble la tan famosa rama;
él, pues, a Baldr un día matará
y al hijo de Odín la vida ha de robar.
Obligada he hablado, ahora he de callar.»
10 «¡No calles, völva! Quiero aún preguntar,
hasta que todo se llegue a saber:
¿quién, lleno de odio, en Hödr le vengará,
y al asesino de Baldr llevará a la pira?»
11 «Allá en occidente Rind engendró a Váli,
apenas nacido, al hijo de Odín matará:
no lavará sus manos, ni peinará sus cabellos,
antes de llevar a la pira al enemigo de Baldr.
Obligada he hablado, ahora he de callar.»
12 «¡No calles, völva! Quiero aún preguntar,
hasta que todo se llegue a saber:
¿quiénes son las doncellas que habrán de llorar
y sus mantos, del cuello hacia lo alto lanzarán?»
13 «Tú no eres Vegtam como yo llegué a pensar,
sino que eres Odín, el viejo gauta.»
«Tú no eres la völva, ni una sabia mujer,
sino que eres la madre de tres gigantes.»
14 «Vuelve a casa, Odín, glorioso, y nunca más volverá hombre alguno a preguntarme,
hasta que esté libre Loki ya de los nudos
y llegue al final el gran Ragnarök.»

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