El cementerio de Highgate, inaugurado en 1839 está
situado en Highgate Hill, en el distrito de
Camden, durante la noche parece sacado de una película de terror. Tumbas,
lápidas, ángeles decapitados cubiertos por musgo y polvo, tenebrosos pasajes
que comunican tumbas, mausoleos algunos de hasta tres pisos de altura, nichos y
catacumbas, bóvedas mortuorias.
El cementerio de Highgate, inaugurado en 1839 está situado
en Highgate Hill,
Excelente arquitectura
neogótica victoriana entre la que
encontrar a famosos e importantes residentes como Karl Marx, Mary Ann Evans
conocida por el seudónimo George Eliot, Michael Faraday, Alexander Litvinenko,
Charles Dickens y sus padres y hermanos, y numerosos artistas y poílitos de la
época victoriana, Herbert Spencer, Malcolm McLaren.
En este cementerio se han llevado
a cabo todo tipo de historias de terror, se han organizado cacerías de
vampiros, exorcismos, rituales de magia
y profanación de tumbas.
La vegetación es tan frondosa que
en algunas partes es un autentico bosque donde las lapidas se amontonan entre
los troncos de los árboles de forma desordenada entre la maleza.
La parte mas extraña del
cementerio es la avenida egipcia, formada por una bóveda natural de ramas de
los árboles donde se encuentran numerosos panteones, un poco mas allá esta el
columbarium, donde se guardan las cenizas de las cremaciones, también aquí está
el mausoleo de Julius Beer, que es el mayor de todo Londres, esta zona del
cementerio es un laberinto cercano a las catacumbas que actualmente están en un
estado de total abandono.
Su aspecto fantasmagórico a
dado pie a muchas leyendas, como el
hecho ocurrido en 1892, Cuando Elizabeth Siddal, esposa y musa del poeta y
pintor Dante Gabriel Rossetti se suicidó con una sobredosis de láudano.
Enterrada en Highgate, su esposo ejó junto a ella en la almohada de su ataúd un
libro de poemas manuscritos. Siete años mas tarde, Rossetti ya no tenía la
inspiración de antaño y su carrera se hundía, al verle así su agente. Le
convenció para recuperar el libro de poemas enterrado, consiguió el permiso
para la exhumación siempre que fuese de noche. A la luz e las antorchas se
abrió la tumba en la que tan solo quedaban algunos jirones de pelo castaño y el
libro, que fue recuperado y publicado.
En los años 1960 y 1970 se
extendieron los rumores de presencias extrañas vagabundeando por el cementerio,
dando lugar a la caza de vampiros.
Sean Manchester, presidente de la
sociedad británica de ocultismo llevó a cabo algunas de estas cacerías, e
incluso trató a varias mujeres jóvenes que según él, habían sido poseídas por
el vampiro de Highgate.
Otra de las curiosidades de este
cementerio es que para atravesar de la zona este a la zona oeste, existe un
pasadizo subterráneo destinado a transportar ataúdes de un lado al otro, de tal
forma el difunto en ningún momento saldrá de la tierra consagrada una vez que
es sacado de la capilla para llevarlo a enterrar.
Otro hecho como mínimo curioso es que algunos ataúdes explotaran en las
catacumbas, por tal motivo, las autoridades de la época ordenaron que los
féretros debían ser cubiertos de plomo
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