Solitario
y errante vago, como Caín, sobre la Tierra; la tierra no me da más su fruto;
porto la señal que me permite traspasar todo sufrimiento.
Me
guardo de la multitud; me aparto del réprobo y del indigno, de las cárceles
sepulcro y los fariseos, esclavos de la luz.
Si
camino entre la multitud, es porque la vida me obliga, no por mi deseo; estoy
entre ellos pero no les pertenezco; y en cuanto me es posible, me refugio en mi
morada, en la penumbra y el silencio; o la penumbra y la música de las
Tinieblas; o la penumbra y las palabras escritas por los obscuros que me han
precedido; silencio, música y palabras de sabiduría; y les abro las puertas de
mis abismos, para que sean uno conmigo y con mi espíritu.
Entre
la multitud siento la soledad enferma del mundo, que atormenta y enloquece; mas
en esta penumbra y el silencio de mi morada, atesoro la soledad que me
enriquece y libera, y soy uno con la Noche Infinita, el Lado Obscuro del Tiempo
y los seres crepusculares, y converso con Dissaor y las Criaturas de las
Tinieblas; yo, aquel en cuyo nombre está la Cruz.
Entre
la multitud soy débil; en mi soledad soy indestructible.
En
mi soledad soy ejército; es tiempo de combatir; en lo profundo suena la llamada
para el solitario.
Hermano
mío, cuídate de aquellos que te reprochen tu soledad, pues son perversos o
estúpidos; no conocen que los peldaños de la sabiduría están moldeados por
soledad; y de ésta hay varios niveles; si tú caminas en los primeros, te
exhorto a que te mantengas alerta; pues tu adversario, la muchedumbre, anda
alrededor, como león rugiente, buscando a quien devorar.
No
te ocurra lo que a aquél, quien avanzando en los peldaños hacia la sabiduría,
se detuvo un momento y gritó: ¡Estoy solo! Y pronto vinieron ellos, los del
mundo, para tenderle la mano; y él les tendió la mano a su vez, y se
estrecharon; una mujer del mundo lo apartó del camino de la sabiduría, y lo
hundió en el fango de los mediocres; lo hizo olvidar la música de las
profundidades; y abrazar la música con que los mundanos se envilecen, títeres
de quienes sirven a su estupidez.
Aquél
solitario, pronto vio contaminada su alma, cerrados sus abismos; invadidos sus
pensamientos de penumbra por pensamientos luminosos que cegaron sus
entendimiento; y cuando su última porción de superioridad le advirtió de su
error, ya no pudo volver al camino; ¡Cuánto caos provoca un solitario que se
pierde para siempre!
Mas
tú, avanza en el camino del
conocimiento; medita en éstas palabras; aún cuando sientas la tentación de
lamentarte por tu soledad, no lo hagas, que ellos, los corruptores, están a la
escucha; llamarán a los Centinelas, y éstos devorarán tu alma; pues está
escrito que algunos Centinelas son mujeres cuya misión es perder a los sabios
envenenándolos con la falsedad del amor podrido;
Sírvete
de la lujuria, mas si el amor te contamina, deberás luchar para arrancarlo de
tu espíritu; o serás envenenado y arrojado al mundo de donde el amor proviene;
ahí será la aflicción y el rechinar de dientes; y tu memoria será borrada, por
cuanto no estarás más con los que buscan el conocimiento, en los peldaños de la
soledad.
En
vez de gritar; ¡Estoy solo! Aguarda sin buscar, y nueva sabiduría vendrá a ti,
y avanzarás a nuevos niveles de conocimiento; que te harán comprender tu
anterior debilidad; cuando un ser obscuro está por cruzar el Umbral, el paraíso
de la razón intentará regresarlo al mundo estéril; pues quien avanza es un
enemigo para los mundanos.
Ellos
son ignorantes, mas por instinto perciben a quien es diferente y superior; si
tú eres así, guárdate de sus engaños.
Pues
con palabras de zalamería intentarán adormecerte; y cuando entrecierres tus
ojos, clavarán en ti el tajo de la estupidez; para que seas como ellos, y no
como tú mismo.
Enemigos
y peligros acechan el camino del solitario; mas éste camino es digno de ser
recorrido.
Porque
al final de este camino se encuentra la Belleza, la sabiduría y la comunión con
las Criaturas; y podrás leer las Páginas como lees ahora éstas líneas; poderoso
es el solitario que recorrió los
peldaños del conocimiento.
Escucha: los mediocres aúllan, tratando de apartarte;
crece, fortifica tus murallas; aunque por ahora camines a su lado, déjalos
aullar, pues tal es su naturaleza bestial.
Mientras
ellos aúllan, tus abismos internos cantan las dulces armonías de la tristeza.
Vienen
tiempos de tribulación; todas las Criaturas de la Noche y Vampiros serán
probados; y las criaturas de la luz; las siete fisuras has liberado al dragón
que ya vuela sobre el mundo; y las Criaturas de la Noche serán perseguidas por
los Centinelas y los ángeles; mantente firme en tu soledad.
Para
la Criatura de la Noche la soledad es poder, torre fuerte y lugar de refugio
contra el ímpetu de las muchas aguas; mientras que, para el mediocre, su
debilidad es la compañía.
No
naciste para vivir en compañía de los mediocres; ¡ni para que se posen sobre tu
cuerpo las moscas de los mercaderes!
Tus
abismos se abren uno a uno: los mediocres temen enfrentarse a sí mismos, y por
eso viven en ágapes y compañía; apenas uno de ellos se descuida, los demás lo
devoran; apártate de esa vida de espejismo y abre los ojos hacia aquello que es
más real que el mundo exterior.,
El
mundo interior, donde se abren las puertas de Aradia, y encuentras la verdadera
Compañía: la compañía de tu soledad.
¡Oh, ejército de ti mismo!
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