Madeleine
es el nombre con que las Criaturas de las Tinieblas llaman a los miles de
espíritus que habitan dentro de mí.
En
lo profundo de mis pupilas arden aún las llamas que devoraron a estas mujeres;
en mi garganta se agitan aún sus gritos de agonía.
Por
mis venas no corre sangre, sino dolor; el dolor de horas interminables de
tormento; y recuerdo la lujuria malsana en los ojos de los impíos Centinelas de
la raza de Abel, mientras buscaban en sus cuerpos las señales de condena; y no
había más señal que la de Caín.
Maldigo
a la raza de Abel, a sus Centinelas y a su Creador, en nombre de quienes
inmolaron a mis pequeñas.
Ellas
reposan ahora en la Noche Infinita; en el hueco de la mano de las Criaturas de
las Tinieblas; y viajan sobre la Melancolía II
recorriendo las Dimensiones; y con ellas sus familiares, los animales de
la noche: el gato y la lechuza; el murciélago y el arácnido; y todas las almas
a las que liberaron con sus venenos y sustancias.
Mas
no he de hablarte de su historia, y de cómo fueron encarceladas, torturadas y
ejecutadas.
He
de hablarte de lo que ellas quieren de ti, si en verdad eres un ser obscuro.
Tu
crees que caminas solitario e incomprendido sobre la Tierra; encerrado en la
cárcel sepulcro a la que llaman familia.
Mas
ellas te piden que extiendas tus alas internas y seas libre en medio de la
confusión de los seres luminosos; así como ellas lo fueron en sus horas de
agobio.
Pues
tú has sido puesto entre Centinelas de la raza de Abel; mas las Criaturas de
las Tinieblas han levantado a otros seres obscuros; búscalos y aprende de
ellos, enseñándoles también; para que la sabiduría sea sobre la Tierra; para
que sea la verdadera música, y las verdaderas palabras.
Y
tú, Vampiro, solitario y libre eres sobre la Tierra; otros Vampiros han sido
levantados de su muerte; y aunque has conocido a algunos, hemos de recordarte
que permanezcas solo.
Pues
a ti se te reserva el siguiente paso en el conocimiento.
Mantente
atento a nuestras voces, cuando te hablemos en una noche de luna negra; nuestra
voz será, en verdad, la de Dissaor, pues él también habla a través de nosotras.
Aguarda
sin buscar, Vampiro; eres elegido para la gran misión que se te habrá de
revelar pronto.
Pues
el tiempo que aguardábamos pasivos ha llegado; el tormento de las criaturas de
la luz ha terminado.
Y
comenzará la verdadera rebelión; primero en el mundo espiritual, y luego en el
material.
En
Aradia se organizan ya los Principados y Potestades para la batalla.
Pues
hasta ahora sólo han ocurrido algunas pequeñas batallas contra Centinelas y
ángeles depredadores de escasa jerarquía, como Gigael.
Mas
he aquí, que una gran maldad está siendo engendrada, desde las Criaturas de las
Tinieblas, hasta los Vampiros, Criaturas de la Noche y No-muertos, y de ellos a
las Criaturas de las Tinieblas nuevamente; esta gran Maldad es hija de lo Que
No Tenía Forma, y que era al principio, como está por serlo, cuando la Señal
sea liberada y los siete sellos del No-pacto sean rotos.
He
aquí nuestra profecía: lo Que No Tiene Forma resurgirá de las Criaturas de la
Noche y los Vampiros
Así
que aguarda, Vampiro; aguarda, Criatura de la Noche, pues has escuchado lo que
hasta hace tres eones sólo hablaban en secreto las Criaturas de las Tinieblas.
Se
te ha dicho que la melancolía es una de tus armas; y si comprendieras esto en
espíritu y en verdad, poderoso serías entre las criaturas del día; mas no
puedes comprender lo que aún se halla lejos de tu alcance; persiste, y el
significado vendrá por sí solo.
Como
vino para nosotras, y que por eso fuimos atormentadas hasta la muerte.
Mas
entre las llamas, las Criaturas de las Tinieblas vinieron para llevarse
nuestros espíritus a lugares de reposo; y ahora somos libres, como nos fue prometido
cuando realizamos el No-pacto.
Así
tú lo serás también, aunque las criaturas de luz te atormenten.
Sé
libre en medio de la confusión de los mediocres, sé libre en medio de la
vulgaridad y la ignorancia; pues tú eres príncipe obscuro, sacerdote y tesoro
de las sombras.
Bienaventurada
la víctima melancólica, pues ella heredará la Noche Infinita.
Soy
Madeleine; por mis venas no corre sangre, sino lágrimas; bebe mis lágrimas y
crece en fuerza y sabiduría.
En
sueños vendré a ti y te abrazaré con lujuria; no importa si en tu presente
encarnación eres hombre o mujer; pues yo no te conozco de ahora, sino de toda
la eternidad, y pronuncio tu verdadero Nombre.
Conserva
a tu Protector, pues si no lo encuentro desgarraré tu alma; así como yo soy
sufrimiento, me complazco en hacer sufrir a los vulgares e ignorantes;
Pues
aquellos que nos torturaron viven ahora en tu tiempo y lugar; te rodean,
caminan a tu alcance y salen a tu encuentro; y algunos de ellos pertenecen a tu
propia familia; los hemos percibido y les guardamos odio eterno;
Nuestra
arma es la melancolía más que el odio; aunque nuestro odio es infinito.
Y
tú pensabas, antes de estos libros, que la melancolía te limitaba entre los
seres de luz; ahora conoces que te hace superior.
Príncipe
obscuro, aguarda mi llegada; pues en esa noche, te daré a beber mis lágrimas, y
la lujuria será entre nosotros; y ayudaremos a engendrar de nuevo a lo Que No
Tiene Forma.
Aguarda
sin buscar, y yo vendré a ti; Madeleine te habla; éstas han sido mis palabras.
Contémplame con tus ojos internos, pues soy
hermosa.
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