Son los cuatro caballeros que se
describen en la primera parte del capítulo sexto del mismo. El capítulo habla
de un pergamino en la mano derecha de Dios que está sellado con siete sellos,
en ese escenario Jesús abre los primeros cuatro sellos, liberando a estos
jinetes que montan en caballos blanco,
rojo, negro y uno bayo.
Caballo blanco cabalgado por el jinete de la victoria.
Cuando abrió el primer sello, oí al primer ser viviente, que decía:
Ven. Miré y vi un caballo blanco, y el que montaba sobre él tenía un arco, y le
fue dada una corona, y salió vencedor, y para vencer aún Ap. 6,22.
Portar un arco, es representación de lo que hicieron los reinos
cristianos, apoyando y llevando la evangelización a pueblos lejanos. Como
ejemplo de lo predicho aconteció el bautismo de los pueblos germanos y eslavos
o la evangelización de América. Salió "a vencer", esas victorias, son
las victorias de Constantino, de Teodosio, de Carlos Martel. Aquellos que
afianzaron y construyeron sobre el antiguo orden romano, la Romanitas, el orden
cristiano que perduró desde Constantino hasta el emperador Carlos V.
Caballo rojo cabalgado por el jinete de la guerra.
Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente que decía:
Ven. Entonces salió otro caballo, rojo; al que lo montaba se le concedió quitar
de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; se le dio una espada
grande. Ap. 6,3-42
El padre Castellani consigna que desposeída la monarquía cristiana de
su existencia vendra guerra o rumores de guerra, como dice Jesucristo. Y añade
más diciendo que esto es el comienzo de los dolores pero aún no es el fin.
Benedicto XV en 1917 declaró: Jamás hasta ahora se había visto en el mundo la
guerra como institución permanente de toda la humanidad. Y ya Castellani
advierte que viendo dos guerras mundiales parece como si el mundo se preparase
para una tercera.
Caballo negro cabalgado por el jinete del Hambre.
Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía:
Ven. Miré, y vi un caballo negro. El que lo montaba tenía una balanza en la
mano. Ap. 6,52
Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos
libras de trigo por un denario y seis libras de cebada por un denario, pero no
dañes el aceite ni el vino. Ap. 6,62
El tercer jinete monta un caballo negro y se entiende generalmente como
el hambre. El jinete lleva dos balanzas, lo que indica la forma en que el pan
que se haya pesado durante una hambruna.
De los cuatro hombres a caballo, el caballo negro y su jinete son los
únicos cuya aparición se acompaña de una pronunciación vocal. Juan oye una voz,
no identificada, pero procedentes de los cuatro seres vivientes, que habla de
los precios del trigo y la cebada, también se dice "y no hagas daño el
aceite y el vino." Esto sugiere que el hambre del caballo negro es el de
aumentar el precio del grano. Una explicación de esto es que los cultivos de
cereales hubiera sido más susceptible a años de hambruna que los cultivos de
olivos y vides; la declaración también podría sugerir una continua abundancia
de lujos para los alimentos básicos, mientras que tales ricos como el pan son
escasos, aunque no totalmente agotadas. Por otra parte, la preservación de
aceite y el vino podría simbolizar la preservación de los fieles cristianos,
que utiliza aceite y vino en sus sacramentos. Otra interpretación basada en
Ezequiel 45:13 es que el trigo y la cebada representan la contribución de la
gente a sacrificar al templo de las tradiciones judías de edad cuando el templo
de Salomón se levantó. La escala representa el equilibrio y la medida de la
contribución de la gente, con el fin de distribuirlo por igual entre las 12
tribus. Sin embargo, uno de los cuatro seres vivientes dice que va a costar el
salario de un día para obtener la cebada y el trigo. Por lo tanto, el jinete se
utilice su escala para distribuir igualmente unos días de salario entre las
naciones, resultando con un tercio del Templo, pero no dañar al ungido de Dios
y de su riqueza.
Caballo Bayo Cabalgado por el jinete de la muerte.
Miré, y vi un caballo bayo. El que lo montaba tenía por nombre Muerte,
y el Hades lo seguía: y les fue dada potestad sobre la cuarta parte de la
tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad y con las fieras de la
tierra. Ap. 6,82
El cuarto y último jinete se llama muerte. De todos los jinetes, es el
único a quien el propio texto explícitamente da un nombre. Todavía otros aplican
los nombres de pestilencia o peste a este caballero, sobre la base de
traducciones alternativas de la Biblia (como la Biblia de Jerusalén). A
diferencia de los otros tres, no se describe con un arma u objeto, en lugar de
eso se sigue por Hades.
Sin embargo, las ilustraciones de este muestran principalmente que
lleva una guadaña (como la Parca).
El color del caballo de la Muerte se escribe como
khlôros (χλωρóς) en la koiné original griego, que a menudo se traduce como
pálida, aunque cenicienta, verde claro, y verde amarillento son otras posibles
interpretaciones, por esto hay interpretaciones en las que el color
puede ser gris, verde, amarillo pero siempre un color indicando la palidez
enfermiza de un cadáver.
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