Poveglia es una isla situada entre Venecia y el Lido en la
laguna de Venecia. Un canal divide la isla en dos partes, y su visita está
prohibida. Los venecianos la conocen como la isla del no retorno, a veces el
oleaje arrastra restos humanos carbonizados.
La oscura historia de la isla comenzó en la época romana
cuando se usó para aislar víctimas de la peste de la población general. Siglos
más tarde serviría para el mismo menester.
A comienzos del renacimiento, Europa sufrió una
epidemia de peste bubónica. En Venecia se cebó especialmente, un
lugar del que
era imposible escapar, sus ya sucias aguas, la humedad y el trasiego de
mercaderes hicieron el resto. Se llegó a tal extremo que no había sitio dónde
dejar los cadáveres, se apilaban amontonados unos sobre otros, pero no era
suficiente y había que buscar una salida a la situación desesperada. Ante tal
desastre humano las autoridades de la ciudad deciden en consenso con el clero
que los cuerpos sean trasladados a la isla de Poveglia.
Los cadáveres eran trasladados a la isla y en enormes fosas
eran incinerados. Mientras Venecia y media Europa era devastada por la peste
negra, según un censo de la época fue aniquilada más de un tercio de la
población europea. Las autoridades médicas y civiles decidieron que no sólo
había que llevar a los muertos, sino también a los que padeciesen los síntomas.
Hasta allí eran llevados hombres, mujeres y niños todavía vivos y lanzados a
las piras crematorias. En pocos años más de 160.000 personas acabaron sus días
en aquella isla.
Tal fue el enorme crematorio que se originó y tal fue la
cantidad de restos humanos calcinados que a día de hoy el oleaje aún arrastra
despojos humanos a las costas más cercanas a la isla. Nadie puede visitar la
isla salvo los dueños de los viñedos que allí existen, incluso los pescadores
temen acercarse al lugar por si acaso sus redes capturan huesos humanos.
El suelo de la isla junto con los restos carbonizados de los
cuerpos arrojados allí, han creado una capa gruesa de ceniza pegajosa, el
núcleo de la isla es, literalmente, los restos humanos que ha dado a la isla
una reputación detestable, pero al parecer muy bueno para las vides allí
plantadas.
Tuvieron que pasar muchos años hasta que la isla quedó
totalmente abandonada, pero en el año 1922 construyeron allí un psiquiátrico
completo con un impresionante campanario que puede verse en toda la isla. Los
recluidos allí (enfermos mentales, psicópatas) fueron los primeros en
informar de que veían a los fantasmas de las víctimas de la peste y escuchaban
los lamentos de sus espíritus atormentados
por el sufrimiento, pero nadie, por el estado mental de los testigos, quiso
creerlos.
El Director del psiquiátrico comenzó a experimentar con los
pacientes nuevos métodos de curación, lobotomías y trepanaciones eran prácticas
habituales en los pacientes con herramientas rudimentarias como taladros de
mano, cinceles y martillos. Muchos de ellos fueron llevados a la torre del
campanario, donde fueron torturados y sometidos a una serie de inhumanos
horrores.
Según se dice, después de muchos años de realizar estos
actos, el doctor empezó a ver los torturados espíritus de los muertos por la
peste. Esto le llevó a subir a la torre del campanario desde donde saltó y
según una enfermera que fue testigo de la caída, ésta no le mató en el acto,
sino que mientras el médico se retorcía de dolor en el suelo, una especie de
niebla salió del suelo y lo estranguló hasta la muerte. Se rumorea que el
espíritu del médico sigue entre los ladrillos del campanario y alguna que otra
noche, se puede escuchar el repicar de la campana en toda la bahía. Aquel
acontecimiento fue el final del psiquiátrico que hoy día aún permanece cerrado
en Poveglia.
Durante un tiempo, el gobierno italiano fue el propietario
de la isla, pero fue vendida más tarde. El dueño la abandonó en la década de
1960 y fue la última persona en tratar de vivir allí. Una familia recientemente
trató de comprar la isla y construir una casa de vacaciones en ella, pero
después de pasar la primera noche allí, se marcharon al día siguiente corriendo
muy asustados y se negaron a comentar nada sobre lo sucedido. El único hecho
que sí sabemos es que una de sus hijas sufrió un desgarro en la cara y requirió
catorce puntos de sutura.
Varios psíquicos han visitado la isla y el hospital
abandonado, pero todos ellos han sentido allí un miedo a la muerte atroz. De
vez en cuando algunos temerarios han esquivado las patrullas de la policía para
explorar la isla, pero todo el mundo que lo ha hecho se ha negado a regresar
diciendo que hay una atmósfera pesada maligna, que sientes como si alguien
respirara sobre tu cuello, ves sombras en movimiento y que los gritos y gemidos
de los torturados que atraviesan la isla hace insoportable permanecer allí.
Un informe dice que después de entrar en el hospital
abandonado, una voz sin cuerpo les ordenó, “Salgan inmediatamente y no
vuelvan”.Ellos nunca pudieron hacerlo.
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