James Dean (1931-1955) fue un
actor que alcanzó la fama con tan solo tres películas, aunque participó
en un total de siete.
Su gran pasión eran los coches
deportivos y participar en carreras.
Su primer coche de carreras lo
compró en 1953 mientras rodaba “al este del edén”, era un MG TD que posteriormente cambió por un
Porsche 356 Speedster.
En 1955, en el mes de marzo quedó
segundo en “Palm Springs road races”, también fue segundo en el torneo e
Barkersfield en el mes de mayo, y a final de este mes rompió el motor de su coche en la carrera “Santa Monica road
races”.
El Porsche de Dean era un modelo
enfocado al mercado aficionado a las carreras que tan en auge estaba en la época.
Mientras rodaba “rebelde sin
causa”, cambió este coche por otro modelo también de Porsche, el 550 spyder.
Este coche se lo personalizó
George Barris con un “130”.
Bill Hickman, amigo personal de
Dean, le puso el nombre de “little bastard” al coche, Bill también era
instructor de Dean y especialista en las escenas peligrosas de sus películas.
La muerte de Dean se produjo el
30 de septiembre de 1955, iba de camino a las carreras de Salinas, tras el
rodaje de gigante. Su mecánico Rolf Wütherich estuvo preparando el coche la
noche anterior, la idea era trasladar el coche en un remolque hasta la carrera,
pero en el último momento Dean cambió de idea y prefirió llevarlo
conduciéndolo. Rolf Wütherich iba como copiloto y tras ellos en otro coche iba
Hickman y el fotógrafo Stanford Roth,
quien aún no sabia que iba a documentar la muerte de Dean.
Se supone que cuando ocurrió el
accidente llevaban un exceso de velocidad ya que ambos vehículos fueron multados por circular a 100
km/h en una zona de 90, estó ocurrió a
las 15,30 en el condado de Kern.
Repostaron en una gasolinera en
Lost Hills, en la ruta 466, cerca de Cholane, entre las 17,30 y 17,45 ocurría
el accidente, colisionaba frontalmente con un Ford Custom Tudor Coupé que se
saltó un ceda el paso que no vio el coche de Dean, tal como declaró a la
policía el conductor, Donald Turnupseed.
Supuestamente no vio el coche de
Dean al ser de muy poca altura y color gris con lo que se pudo camuflar con el asfalto.
Dean dijo a su copiloto que el
ford les había visto y que tenía que parar, y por tal motivo no bajó su
velocidad.
Según relató Turnupseed pudo ver
claramente un cuerpo salir lanzado sobre el parabrisas de su Ford, lo que
demuestra la velocidad alta a la que ocurrió la colisión.
Por la forma del golpe en ambos
coches, se demostró que no fue totalmente frontal, lo que indica que cuando Dean
entró en el cruce, el Ford aún no lo había hecho y por tanto fue éste el que
embistió al Porsche de Dean.
Dean y Wütherich salieron
volando, Wütherich acabó en la cuneta con algunos huesos rotos y recuperando la
consciencia días después en el hospital.
Dean voló hasta el Ford para
luego quedar de nuevo dentro del Porsche, fue declarado oficialmente muerto a
las 17,59.
Hickman que iba con el coche del
remolque detrás, le sacó del Porsche, afirmando que murió en sus brazos antes
que llegara la ambulancia.
Una semana antes Dean le enseñó
el coche a Alec Guinness y éste notó
algo siniestro en ese coche, diciendo literalmente a Dean “si te subes a ese
coche te encontrarán muerto en él de aquí a una semana”
Este es el comienzo de la
maldición del Porsche Spyder de Dean.
También Eartha Kitt, amiga de
Dean le insistió en que debía deshacerse de ese coche, Ursula Andrés se negaba
a subir al coche, George Barris propietario del taller donde pusieron el coche
a punto tuvo una mala sensación cuando lo vio saliendo del taller conducido por
Dean.
Von Dutch, era un empleado del taller, mientras se
preparaba para pintar el logotipo “Little Bastard” la misma mañana del
accidente, al coche, que estaba aparcado en su lugar se le soltó una marcha y
se fue solo hacia delante, golpeando la pared del taller y rompiendo el
intermitente izquierdo, que no se
reparó porque después de la carrera iba
a volver el coche al taller.
Después del accidente, lo que
quedó del coche fue trasladado a la granja del tío de Dean, Marcus Winslow.
George Barris compró el coche y
se lo llevó a su taller sin motor ni transmisión, piezas que Marcus había
vendido antes a dos médicos que las
querían instalar en sus coches, también vendió las ruedas traseras.
Poco después, el médico que
instaló en su coche el motor de Dean, se salía de la carretera con el coche,
chocaba contra un árbol y moría en el acto.
El otro médico volcaba con el
coche en el que instaló la transmisión de Dean y quedaba parapléjico.
El que compró las ruedas
traseras, le estallaban ambos neumáticos en una carrera y moría en el
accidente.
La patrulla e carreteras de
California, alquiló el Spyder de Dean para mostrarlo en varías localidades como
ejemplo de las consecuencias de los accidentes de tráfico, en esa gira
sucedieron varias cosas extrañas.
En Fresno, el edificio donde
estaba expuesto el coche, ardió por completo y solo quedó intacto el propio
coche.
Mientras remolcaban el coche a
San José, una de las puertas se soltó, cayendo sobre un mecánico, rompiéndole
la pierna.
En la escuela de Sacramento,
donde se expuso después, el coche se soltó de nuevo y rompió la cadera a un
estudiante.
Poco después, un ladrón quiso
llevarse el volante de recuerdo, rompiéndose el brazo en el intento.
En otro traslado, el conductor
del camión donde se llevaba el coche, tenía un accidente, salía despedido de la
cabina y el coche maldito le caía encima aplastándole y sumando una nueva
victima,
En una segunda ocasión se volvió
a repetir lo mismo, en otro traslado,
en otro camión, y causando otra muerte mas.
En una tercera ocasión, estando
el coche cargado en el camión, y éste estacionado. Al camión le fallaron los
frenos aplastando a un coche aparcado, con el Spyder subido a él.
En otra ocasión, un individuo que
había robado una pieza del coche como recuerdo, llamaba a George Barris
suplicándole que aceptase su devolución porque desde que la había cogido había
perdido su trabajo, su casa, a su mujer, su hijo y se encontraba ingresado en
el hospital con una enfermedad mortal contagiosa.
En 1959, terminaba la gira del
coche y era devuelto al taller de Barris en un container sellado en un trailer.
Cuando abrieron el container el coche había desaparecido.
Diez años después, Barris
contrató al investigador privado J.J: Arms para saber que pasó con el coche.
Tras la investigación se dedujo que el coche no había sido cargado nunca.
Tiempo después se ofreció un
millón de dólares por el coche pero nunca apareció.
Según se rumorea, la maldición
del Spyder es responsabilidad de Maila Nurmi, una actriz nacida en Finlandia
que hizo carrera en Hollywood, en los tiempos en que Dean alcanzó la fama,
Maila era su novia, y según se cuenta, una vez que Dean se convirtió en
estrella rompió su relación con Maila.
El dinero destinado a la compra
de la casa de ambos fue invertido en la
compra del Porsche Spyer, por este motivo Maila maldijo el coche que terminó
por llevar a la muerte a Dean.
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