Algunas habilidades de la necromancia son
fundamentales, sin estas se perdería el significado y la necromancia seria otro
arte muy diferente. Estas habilidades serán nombradas según su nivel de
dificultad pero no tienen que ser necesariamente practicadas en ese orden.
Entre las primeras se encuentra el deseo de conocer la condición del alma y de
sentir el mundo que esta más allá del templado físico que llamamos comúnmente
“realidad”. El universo como lo conocemos es una manifestación de patrones que
están colocados en una serie de capas. La habilidad de manipular las capas
cercanas causan efectos en los niveles cercanos. El practicante de Reiki
verdadero no preguntara que enfermedad debe curar. El usa su sensibilidad en un
nivel etéreo para diagnosticar la enfermedad y reparar el área mediante la
realineación de energía en esa zona. Este tipo de lectura del alma también es
usada por los Necromantes. El método común para empezar es poder leer nuestro
propio estado. El individuo sabe como se siente el cuerpo cuando tiene dolor,
debilidad, enfermedad o una simple fatiga o calambre, y de esta manera puede
correlacionar sus dolores corporales con un estado etéreo. Cualquiera que sea
el método elegido el Necromante se vuelve sensible a la condición física y
puede relacionarla con algo llamado “La Esencia de la Muerte”, la cual puede
llamar en cualquier momento a voluntad. Esto define uno de los primeros artes a
aprender. Una vez se ha podido identificar a esa fuerza se pregunta como
estudiarla, ya que se dice que la intuición no es un buen método para aprender
magia. No estoy de acuerdo con esto pero aun así hay trucos de los cuales
aprovecharse para tomar ventaja. El Necromante debe conseguir un mapa de los
meridianos de acupuntura china e invertir la información común acerca de
“Sanación” en “Enfermedad”. Esto le permite tener un mapa de Pranayama, Reiki,
Qi Gong, Acupuntura, Dim Mak, accupresion, Kundalini, Chakras, Nadis, Anatomía,
Medicina, Energía, Tai chi, Yoga, Ayurveda y Shiatsu para invertir la
información de “positiva” a “negativa”.
El arte de la Necromancia es bastante intuitivo y se
basa en los cinco sentidos, la deducción y la intuición para poder recibir
respuestas. Por lo general las respuestas se sienten mas no se ven, aunque de
vez en cuando se puede recibir una manifestación visible. Las respuestas de los
espíritus pueden sentirse como cambios de temperatura, fenómenos poltergeist,
cambios radicales de comportamiento, etc. Viajar a través del mundo de los
muertos es otra técnica importante, se dice que este reino tiene dos posibles
localizaciones: la primera es debajo de la tierra, la otra es que es una capa
de este mundo. Se apoya a la primera teoría y por eso mismo el Necromante
visita cementerios o funerales para poder conectar con facilidad con el mundo
de los muertos. Se dice que en este reino viven las almas de los muertos antes
de irse al más allá, algunas veces el alma regresa a este mundo y se le llama
“fantasma”. El Necromante visita tales lugares para poder sentir la energía o
tensión de estos seres y así poder identificarla o llamarla a voluntad mas
adelante mediante la propia manipulación del alma del Necromante.
Debemos recordar que nos somos solo carne y hueso,
existimos como un alma, como algo que esta más allá de lo material. El arte de
la Necromancia es esta habilidad práctica y no una serie de hechizos a recitar.
Si existen hechizos son solo guías de símbolos a trabajar para poder lograr
ciertos estados pero ningún hechizo contiene poder dentro de si, solo recrean
ciertos efectos si se sabe trabajarlos. La Wicca es la antítesis de la
Necromancia porque esta se apoya en recitaciones al Dios y la Diosa que
cualquiera puede componer pero que no tienen poder alguno. El Necromante
tampoco se apoya o trabaja con dioses en específico, más allá de Odin o más
allá de Hell se apoya exclusivamente en su habilidad personal.
Resumiendo, la habilidad fundamental de la
Necromancia es la “Conciencia” de la energía de la muerte.
No podemos manipularla si no somos conscientes de
la misma. Algunos la llaman “Poder Thanatonico” o “Esencia de la Muerte”. Este
estado se logra mediante el callar del cuerpo y la mente para permitir que la
Esencia de la Muerte fluya dentro del practicante. Se comienza asumiendo una
pose de relajación en donde el cuerpo no necesite estar tensionado, se
recomienda no trabajar en horas donde normalmente se duerme ya que la mente
tiende a entrar rápidamente a dormir por instinto en estos momentos. La clave
de esta técnica es quedarse lo mas quieto posible, como un cadáver, para que
lentamente el proceso cardiaco se vuelva muy lento, las extremidades se
paralicen y el efecto se vaya expandiendo por el cuerpo. La meta es una
relajación total pero manteniendo claridad mental. Cuando las extremidades se hayan
dormido por completo se asume que la energía Thanatoica ha entrado en ellas y
se pasa a concentrarse en la zona del abdomen bajo, después el pecho y
finalmente la cabeza. Todo este ejercicio es dirigido por la mente, la cual es
una expresión del alma para el Necromante, siendo el cerebro su interface
carnal. Puede que se sienta pánico al notar que se respira cada vez menos pero
esto es normal, cuanta menos actividad física haya se necesitara menos aire. Si
no se sucumbe al pánico la energía Thanatoica lograra entrar de manera efectiva
a todo el cuerpo, esta es el Odur Necromantico Con el tiempo y el trabajo
constante este Odur puede ser descartado cuando el mago ya pueda sentir
intuitivamente la energía sin necesidad del ejercicio.
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